El pasado miércoles 19 de marzo, la gran sala del Teatro Baralt se convirtió en el escenario donde la danza y la historia se fusionaron para ofrecer una experiencia inolvidable. La nueva producción de los estudiantes de la Facultad de Arte Experimental (FEDA) de la Universidad del Zulia, titulada Línea de Tiempo, sorprendió gratamente al público marabino, que acompañó con atención y aplausos cada fragmento de este ambicioso montaje.
Los estudiantes de la FEDA, herederos de una tradición académica que ha forjado generaciones de artistas zulianos, demostraron una vez más su entrega, sensibilidad y dominio de las artes escénicas. A través de una impecable sucesión de coreografías, la pieza logró retratar con profundidad y belleza el recorrido de la danza a lo largo del siglo XX y las primeras dos décadas del siglo XXI, articulando una narrativa que conectó los grandes acontecimientos históricos con la evolución de la expresión corporal.
La obra dio inicio de manera poderosa, abordando el conflicto de la Primera Guerra Mundial. A través de movimientos precisos y llenos de simbolismo, los bailarines invitaron al público a sumergirse en una época marcada por el dolor, la resistencia y la esperanza. Desde allí, la pieza desplegó un viaje escénico de más de cien años, donde se evocaron no solo los cambios estilísticos de la danza a lo largo de las décadas, sino también los eventos que, como humanidad, han moldeado nuestras emociones y formas de expresión.
El recorrido coreográfico se convirtió en una línea de tiempo viva, donde cada escena, cada ritmo y cada cuerpo en movimiento dialogó con el público, permitiéndole identificarse y conmoverse. Sin duda, el cierre de la obra fue uno de los momentos más significativos de la velada. La pandemia del COVID-19, retratada mediante una coreografía cargada de fuerza y lirismo, fue representada como el último gran acontecimiento global, dejando un mensaje de resiliencia, memoria y redención.
La producción no solo dejó en evidencia la calidad formativa de la FEDA, sino la madurez escénica de sus estudiantes, quienes asumieron con valentía y maestría la responsabilidad de transmitir emociones profundas y relatos complejos a través de la danza. Línea de Tiempo fue mucho más que una obra; fue un espejo donde el público pudo reconocerse y reflexionar sobre los eventos que han marcado al mundo y a la humanidad.
El Teatro Baralt, fiel a su misión de preservar y proyectar las expresiones artísticas de la región, se reafirmó como el espacio idóneo para acoger propuestas de esta naturaleza, que enriquecen la oferta cultural zuliana y permiten a las nuevas generaciones de artistas exhibir su potencial creativo. Con Línea de Tiempo, la FEDA no solo cosecha aplausos, sino que consolida su lugar como una de las instituciones más importantes en la formación dancística del occidente venezolano.