Canto, luego existo

Por Lorena Escobar

“Tengo una pequeña operación para ustedes. Quiero que se sienten esta noche y vean una película del oeste estadounidense en la tele. Pero lo importante es que la vean desde el punto de vista de los indios”. En la voz de Michael Fassbender -encarnando nuevamente a un miembro del IRA tal como lo hizo en Hunger de Steve McQueen en 2008- y en idioma irlandés, Rich Peppiatt nos presenta una idea que funciona como mantra en Kneecap, una suerte de biopic ficcional protagonizada por el trío -vocalistas y DJ- de hip hop de Belfast que da título al film. Fassbender, cuya fantasmática presencia recorre un dilema actual, es un padre que le habla a sus hijos pero, también, en un juego especular, refleja las dicotomías que atraviesan a los imperios y al colonialismo. En su primer largometraje Peppiatt plantea tres cuestiones importantes: que la denuncia política se abre camino a través del séptimo arte, que el cine y la música son la pareja perfecta y que todo lenguaje es político. Pero, además, lo hace en un tono de comedia. Kneecap abre el juego y lo hace a partir de la canción. 

No es la primera vez que el cine propone otra forma de ver. En las grandes pantallas, películas taquilleras como Matrix, Avatar, Pantera Negra, Los juegos del hambre, Dune e incluso Parasite nos muestran la contracara del mundo capitalista y del imperialismo. Son historias fantásticas o ficciones que involucran tanto a una comunidad como a una pequeña familia: historias individuales que se vuelven colectivas, individualidades que encuentran un paralelo con el mundo real. El cine está plagado de luchas y reivindicaciones. No todas generan sorpresa; algunas solo buscan conmover, y muchas veces la industria se mueve en consonancia con lo que los imperios o colonizadores están dispuestos a tolerar.

Pero también están aquellos films que buscan incomodar. El terrorismo, la violencia y la discriminación que caracterizaron el conflicto irlandés desde el siglo pasado fueron retratados por directores como Ken Loach, quien estuvo fuertemente comprometido con las luchas políticas, los derechos civiles y los derechos de los trabajadores. Yann Demange presenta a los británicos como invasores (y, a la vez, como víctimas), mientras que Neil Jordan llevó a la gran pantalla el biopic del líder del proceso irlandés Michael Collins, protagonizado por Liam Neeson. Estas películas se suman a muchas otras que retrataron el drama a través de ficciones o documentales. La cámara reconstruye el conflicto desde el punto de vista de los colonizados. Kneecap, con un plano general que muestra a uno de los vocalistas caminando por Belfast, no deja que pase desapercibido para ningún espectador el mensaje que se lee en uno de los llamados Muros de la Paz: “No buscamos nada más que el derecho elemental implantado en cada hombre: el derecho, si eres atacado, a defenderte”.

El biopic en tono de comedia de Peppiant parece confirmar la premisa de que el cine y la música son la pareja perfecta. Al igual que en Bob Marley: One Love, película que este año se sumó a la ola de biopics, las revueltas políticas y la música se ensamblan. Marley, en el film de Marcus Green, planea un concierto por la paz en una Jamaica sumida en una intensa guerra civil. El recital no solo fue un evento musical, sino que también significó un manifiesto político y social. La música cobra fuerza, asimismo, en otro film abiertamente antibritánico. La otra cara de la moneda es mostrada en RRR, del director S.S. Rajamouli, con una épica batalla de baile contra los colonizadores.

Lo que no se nombra no existe. Ya en los años 50, un grupo de lingüistas proponía que la lengua “determinaba” nuestra manera de entender y construir el mundo o, al menos, modelaba nuestros pensamientos y acciones. Las palabras importan, y de esto saben bien los sectores del poder. Por ello, de distintas maneras y mediante diversos artilugios, buscan silenciar una lengua, un idioma, una historia. Silencian las ideas.

El debate acerca de quiénes ostentan la autoridad para decidir qué o cómo hablar, qué se prohíbe y qué se permite, parece, para los argentinos, una cuestión de agenda actual (como la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las escuelas de CABA). La batalla política también se libra desde la lengua. RRR está realizada en telugu, su idioma original. En Kneecap se reafirma el uso del irlandés o gaélico, en un país donde el gobierno británico (hasta no hace más de dos años) lo prohibía, y se retrata un aspecto tal vez desconocido para otras partes del mundo.

El director, que utiliza el hip hop como campo de batalla entre unos y otros, con letras pegadizas compuestas en el idioma nativo de Irlanda, aborda tanto la política como las drogas y las fiestas de una manera mordaz, divertida e irreverente. Filma una vertiginosa aventura capaz de llevar al espectador más ingenuo por un viaje que conjuga la crítica social, la historia, la memoria, la tradición, el biopic, la música y la lucha por el gaélico de una manera diferente.

“Canto, luego existo” parece ser el nuevo camino que el cine independiente elige para dar la batalla por la identidad. “Cada palabra del irlandés pronunciada es una bala disparada por la libertad irlandesa” resuena a lo largo de toda la película. Peppiantt demuestra que la palabra es acción y efecto y, de manera contundente, que todo lenguaje es político.

Créditos: -Phonographic Industry (BPI) funding award. Photograph: Pacemaker Belfast.

Fuente

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El Maracaibeño es un periódico literario y cultural fundado por Luis Perozo Cervantes, cuyo primer y único número impreso fue lanzado el 8 de septiembre de 2014, bajo el lema “El nuevo gentilicio cultural”. Su creación surgió como respuesta a la necesidad de un espacio dedicado a la promoción y difusión de la cultura en Maracaibo.

El 1 de octubre de 2017, El Maracaibeño dio un paso importante al transformarse en un diario digital, convirtiéndose en el primer periódico de la ciudad enfocado exclusivamente en la cultura. Con su nueva versión digital, adoptó el lema “Periódico Cultural de Maracaibo”, extendiendo su alcance a todo el país.

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