Este 9 de mayo de 2025, la literatura zuliana se inclina con respeto y gratitud ante la figura de Solange Inmaculada Rincón González, quien cumple 71 años de edad, renovando así su luminosa presencia en el horizonte lírico de la región. Psicóloga clínica, escritora, cantante y practicante de las artes del cuerpo y el espíritu, Solange Rincón ha cultivado una obra que, como pocas, conjuga la ternura íntima del poema con la potencia arquetípica de lo sagrado.
Nacida en Maracaibo en 1954, hija del recordado Hermán Rincón, cofundador de Rincón Morales, su sensibilidad artística comenzó desde niña, cuando grabó con apenas diez años el aguinaldo Bendito sea (1964). Esta precoz experiencia en el ámbito musical fue solo el preámbulo de una vida consagrada a la creación. Pronto su voz se trasladó de los escenarios a la página escrita, encontrando en la poesía el espacio de su verdadera revelación.
Formada como psicóloga clínica en la Universidad Rafael Urdaneta (1989), Solange Rincón ha sabido trasladar el lenguaje del alma humana al territorio de la palabra poética. Su participación en talleres literarios coordinados por figuras como Jorge Luis Mena, Laura Antillano y el grupo La Secta del Fénix, le permitió afinar una voz propia, delicada y a la vez potente, íntima pero universal.
Su obra ha sido reconocida en diversos certámenes: obtuvo el Primer Premio en el VI Concurso Literario Estudiantil de la Librería Cultural de Maracaibo (1973), el Primer Premio de Poesía en la I Bienal Literaria Udón Pérez con En ese espacio del deseo (1990), y menciones honoríficas por libros como Del cada uno solitario y semejante (1991) y El lugar de la casa (1994). También fue laureada con el Primer Premio de Poesía en el Concurso Literario Homenaje a Hesnor Rivera de Corpozulia (1999), reafirmando así su pertenencia a la estirpe de los grandes poetas contemporáneos del Zulia.
Sus libros, entre los que destacan Huella del corazón ausente, Ascensional, Esfumaturas, Canto en tono bajo y el reciente Escrita a mano (2022), constituyen una geografía interior marcada por la nostalgia, el deseo, la meditación y el rito. Para José Antonio Castro, su voz poética se emparenta con la de Ana Enriqueta Terán, por su fidelidad a lo sagrado y su capacidad de crear un espacio aparte, donde la palabra es fuente, oráculo y ofrenda.
Además de su trabajo en poesía, Rincón mantiene inéditos varios títulos que amplían su universo creativo: Otros cuerpos en el mío, Privilegio del desvelo, In memoriam, y el libro de cuentos Borrado de la tierra, que muestran su versatilidad en los géneros y su permanente inquietud por las formas del decir. Su presencia ha sido constante en revistas como Imagen, Puerta de Agua y Cubagua, donde su pluma ha enriquecido el pensamiento cultural de la región.
Solange es también una practicante de danza y yoga, disciplinas que complementan su visión estética de la vida y que se reflejan en la armonía que permea su obra. Para ella, escribir poesía es un acto trascendente, un camino hacia la conciencia, hacia el otro, hacia lo eterno. Cada verso suyo es un soplo de interioridad que resiste al ruido del mundo.
Hoy, al cumplir 71 años, El Maracaibeño rinde homenaje a una creadora singular, cuya palabra se ha levantado con sutileza y fuerza entre las voces de su tiempo. Solange Rincón es parte fundamental del acervo literario zuliano, una poeta que ha sabido hacer de la ausencia un canto, del deseo una forma, y del silencio una permanencia. Su voz, como la huella del corazón ausente, seguirá siendo un eco amoroso en la memoria de su tierra.