Este 9 de mayo de 2025, la cultura zuliana celebra con orgullo el cumpleaños número 58 del escultor Ángel Pulgar, también conocido como “Kiko”, uno de los artistas visuales más emblemáticos de Maracaibo, cuya obra ha logrado conjugar el rigor de la escultura clásica con el dinamismo del arte contemporáneo, en diálogo constante con la ciudad, sus espacios y su gente.
Nacido en Maracaibo en 1967, Pulgar ha dedicado su vida a transformar la piedra caliza, los metales y los objetos reciclados en piezas que respiran identidad regional y fuerza simbólica. Su formación artística se consolidó entre 1979 y 1987 en la Escuela de Arte Julio Árraga, y se perfeccionó bajo la orientación del escultor zuliano Antonio Vargas, quien lo introdujo en los secretos de una escultura viva, sensorial y profundamente humana.
Desde sus primeros años, Kiko Pulgar se sintió atraído por la materia que narra historias, por los volúmenes que emergen del silencio de la piedra. En su taller —ubicado en distintos momentos en los sectores Don Bosco, 18 de Octubre y actualmente en Puerto Caballo, a orillas de la laguna Las Peonías— se han gestado algunas de las esculturas públicas más reconocibles del Zulia. Obras como “Tierra del sol” en el Aeropuerto Internacional La Chinita, “Resplandor zuliano” en la cabecera del Puente sobre el Lago, y “Luz de vida” en el Hospital Universitario, forman parte del patrimonio visual urbano que ha enriquecido la estética de Maracaibo.
El arte de Pulgar se distingue por el uso de materiales reciclados y su capacidad para crear ensamblajes escultóricos donde piedra, metal, madera y cerámica se combinan de manera armónica. Esta búsqueda por lo orgánico, lo tectónico y lo espiritual ha derivado en obras interactivas, que invitan al transeúnte a reflexionar sobre su entorno y su tiempo.
Otras de sus piezas destacadas —como “Formas de la Naturaleza I y II”, “Naturaleza del Nuevo Millenium”, “Círculo de la Fuerza”, “Fuerza de la Naturaleza Composición” y “Amazonia”— están ubicadas en espacios estratégicos de Maracaibo como la Vereda del Lago, la avenida Las Delicias y el Edificio Tivenca, convirtiéndose en referentes de una ciudad que respira arte entre su tráfico y sus paisajes.
Además de su trabajo monumental, Ángel Pulgar ha desarrollado una carrera expositiva rica y variada. Ha realizado exposiciones individuales en el Museo Antropológico, la Galería Puchi Fonseca, la Galería Julio Árraga, y espacios alternativos como el Restaurante La Churuata o la sede de Televisa Canal 7, con series tan evocadoras como “Ángeles de Ángel”, “Madréporas” o “Christus Ensamblajes”, en las que combina lo sacro con lo matérico, lo personal con lo colectivo.
Su arte ha trascendido fronteras, formando parte de colecciones en países como Estados Unidos, Colombia, Puerto Rico, Japón, Holanda, Italia, Inglaterra, Aruba y Argentina. Esto reafirma que su lenguaje plástico, aunque profundamente arraigado al Zulia, posee una resonancia universal que lo hace comprensible y apreciado en cualquier latitud.
Entre los reconocimientos que ha recibido destacan el Botón Neptalí Rincón, el Catatumbo de Oro en la categoría Escultor de Piezas Monumentales y distinciones de instituciones como la Fundación José Félix Ribas y el Centro Rafael Urdaneta. Pulgar ha sido, además, un promotor incansable del arte como herramienta de transformación social y ha demostrado que la escultura no es un lujo de galerías, sino un derecho de las calles.
Hoy, al llegar a sus 58 años, el maestro Ángel “Kiko” Pulgar sigue modelando con sus manos la energía de su tiempo y la historia de su gente. El Maracaibeño celebra su aniversario reconociéndolo como uno de los pilares vivos del arte contemporáneo zuliano, un creador cuya obra se yergue entre nosotros como testimonio de que en cada rincón del Zulia hay belleza esperando ser revelada por el talento y la pasión.