Cada 9 de mayo, las notas de la gaita retumban con un eco especial en la memoria colectiva del Zulia. Hoy, en 2025, se conmemoran 69 años del nacimiento en Maracaibo de Miguel Aguirre, un hombre que llevó en su voz y en su esencia el sentimiento de un pueblo que canta sus alegrías, nostalgias y esperanzas. Cantante, compositor y buzo industrial, Aguirre fue mucho más que un intérprete de la gaita zuliana: fue un narrador de vivencias convertido en referencia indispensable del género.
Hijo del político Luis Esteban Aguirre y sobrino de los legendarios gaiteros Renato y Ricardo Aguirre, Miguel tenía en sus venas la cadencia y el orgullo de su tierra. Su historia musical comenzó en 1976, al integrarse a las filas del conjunto Estrellas del Zulia. Allí se hizo popular con temas que hoy son parte del cancionero zuliano como Tiempo de ayer, Tiempos viejos, Maracaibo cómo estás, Dónde está la gaita aquella y, sobre todo, la inmortal Sagrada dama del Saladillo, considerada su interpretación más emblemática.
El ascenso de su carrera lo llevó en 1980 a formar parte de La Universidad de la Gaita, agrupación en la que permaneció hasta 1987 y donde se convirtió en voz líder y representante artístico. Durante estos siete años, Miguel Aguirre dejó un legado imborrable con gaitas como La gaita antañona, Ven, ven, Los limpiabotas, La prenda de un pueblo, A la gloria de un poeta, El capitán gaitero y muchas más que aún se corean en las festividades decembrinas.
Su versatilidad y búsqueda constante de nuevas formas de expresión lo llevaron a otras agrupaciones importantes como La Nueva Sensación, donde interpretó con éxito La amada del sol de Pedro Terán. Sin embargo, la vida lo llevó a pausar su carrera musical cuando debió trasladarse al Oriente del país para ejercer como buzo industrial, una faceta que siempre complementó su pasión artística.
A su regreso, tras ocho años de ausencia en la escena musical zuliana, Miguel Aguirre retomó su lugar en la gaita con fuerza y compromiso social. Se integró a Venezuela Habla Gaiteando (V.H.G.), agrupación desde la cual lanzó el tema No aguantamos más, una gaita protesta de su inspiración junto a Pedro Terán que reflejó la voz crítica de la sociedad zuliana en tiempos difíciles.
Su recorrido también incluyó aportes a otras grandes instituciones de la gaita como Cardenales del Éxito, La Dinastía Aguirre y finalmente la fundación en 1998 de su propia agrupación: Cuero y Madera, con la cual volvió a reafirmar su esencia como defensor y renovador del género.
Miguel Aguirre se mantuvo activo en la gaita zuliana hasta sus últimos años, cuando decidió establecerse en Santiago de Chile, ciudad en la que lamentablemente falleció el 25 de junio de 2020. Su partida dejó un vacío profundo en el mundo gaitero, pero también sembró un legado que continúa vivo en cada tarima, en cada fiesta decembrina y en el corazón del pueblo marabino que nunca ha dejado de cantar sus versos.
Hoy, a 69 años de su nacimiento, El Maracaibeño lo recuerda con gratitud y orgullo como un hombre que honró su herencia familiar, que supo innovar sin traicionar las raíces de la gaita y que en cada interpretación dejó plasmada la devoción que siempre tuvo por su tierra y por su gente. Miguel Aguirre es, sin lugar a dudas, un ícono zuliano cuya voz seguirá resonando en la eternidad de nuestras tradiciones.