Cada grito que proclama «¡Aquí está el Koquimba, mi gente!» es mucho más que la antesala de una presentación. Es un eco que resuena desde el alma misma de la gaita zuliana, un canto que une generaciones y emociones. Ese grito, convertido en sello inconfundible, lleva la impronta de Oscar Martín González Nava, quien este 6 de mayo de 2025 celebra 59 años de vida, dedicados con pasión inquebrantable a enaltecer y renovar el canto tradicional zuliano.
Nacido en la siempre bullente Maracaibo en 1966, en el seno de una familia donde la música corre tan naturalmente como las aguas del Lago, Oscar González es mucho más que un intérprete. Es un músico integral que ha sabido desempeñarse con igual maestría como pianista, cuatrista, bajista, tecladista, solista, compositor, director y docente. Su camino artístico se ha tejido sobre la base de un amor profundo por la gaita, un género que, en sus manos, ha mantenido su esencia mientras se ha proyectado a nuevas audiencias.
Oscar es, sin lugar a dudas, representante de la nueva generación gaitera del Zulia, aquella que desde finales de los años ochenta comenzó a renovar las formas sin perder la raíz. Su vínculo con el público, siempre directo y enérgico, se ha hecho inseparable de Koquimba, el conjunto familiar que bajo su dirección artística ha marcado pautas en la historia reciente del género. A través de sus actuaciones, ha demostrado que la gaita es tradición, pero también es vida y presente.
Los temas que han surgido de su inspiración y que ha llevado a escena con su inconfundible estilo son parte del cancionero indispensable de las últimas décadas. Desde piezas como Los entierros (1987) y Las escuelitas (1988), que retratan con picardía y ternura el cotidiano zuliano, hasta composiciones más reflexivas y profundas como Entre Pilatos y Judas (1995) y La pena capital (1996), Oscar ha sabido imprimirle a su obra una diversidad que abarca tanto lo festivo como lo social.
A finales de los noventa, su versatilidad se evidenció aún más al colaborar con grandes figuras de la música venezolana. La parranda Qué tontería, grabada junto a Oscar D’León en 1998, unió en un solo tema la sabrosura del son caribeño con la autenticidad de la gaita marabina, mostrando que, en su visión, los géneros no son barreras sino caminos de encuentro.
No menor es su legado como compositor. Creaciones como La cotidiana, Inspiración, Locura o pasión y Padre Nuestro son muestra de su sensibilidad y de una vena creativa que trasciende lo estrictamente navideño o festivo. Además, con la creación de la gaita de temporada escolar para Papelerías Ramírez entre 1999 y 2007, Oscar demostró su capacidad para adaptar la gaita a distintos contextos y públicos, manteniéndola siempre vigente.
Los reconocimientos han acompañado su carrera con justicia. Entre ellos figuran el Virgilio Carruyo, el Catatumbo de Oro, el Mara de Oro y la codiciada Orquídea de Venevisión, además de títulos honoríficos como solista revelación (1989), solista nacional (1995) y conjunto del año para Koquimba en múltiples ocasiones. Estos galardones son testimonio del respeto y admiración que ha cosechado dentro y fuera del estado Zulia.
Sin embargo, Oscar González no se ha limitado a brillar sobre el escenario. Su papel como directivo de la Fundación de la Gaita Ricardo Aguirre (Fundagraez) entre 2003 y 2012 demuestra su compromiso con la preservación y difusión de este patrimonio musical. Desde allí, promovió actividades formativas, festivales y encuentros que fortalecieron los lazos entre los distintos actores de la gaita zuliana.
Hoy, al arribar a sus 59 años, Oscar sigue siendo un referente vital. Su voz, su carisma y su incansable labor en pro de la gaita lo han convertido en un verdadero guardián del género, en un puente entre los pilares tradicionales y los sueños de las nuevas generaciones que encuentran en Koquimba y en su ejemplo la inspiración para seguir cantando a Maracaibo y al Zulia.
En cada diciembre que se avecina y en cada tarima que lo recibe, Oscar González recuerda al pueblo zuliano que la gaita está más viva que nunca. En su grito inconfundible, se escucha también la promesa de que el legado gaitero seguirá resonando, eterno y vibrante, en las calles y corazones de Maracaibo.
Crédito de la fuente:Esta nota ha sido elaborada a partir de la información contenida en el Diccionario General del Zulia, de Jesús Ángel Semprún Parra y Luis Guillermo Hernández, segunda edición, 2018, publicado por Sultana del Lago Editores.