Este 6 de mayo de 2025 se cumplen 39 años de la fundación de Danzarte, una compañía que ha llevado en sus zapatillas la elegancia del ballet clásico y la osadía del contemporáneo, reafirmando al Zulia como tierra fértil para las artes escénicas.
El año 1986 marcó un antes y un después para el panorama cultural zuliano. Bajo la visión del maestro Guillermo González, reconocido formador y apasionado del arte del movimiento, Danzarte nació con el noble propósito de brindar continuidad profesional a los más destacados alumnos de la Escuela de Ballet del Zulia. Este centro formativo, que ya había cosechado frutos en la preparación técnica de bailarines, encontró en Danzarte la plataforma ideal para proyectar su talento hacia los escenarios regionales y nacionales.
Los nombres de sus fundadores resuenan con fuerza entre los entendidos del ballet zuliano: Mairy Valero, José Luis Villavicencio, Merlín Parra, Edwin Navarro, Norys Valero, Johnny Núñez, Clothilde Najul, Emilia Jordán y Carlos Riviera. Ellos fueron los primeros embajadores de un sueño colectivo, el de hacer del ballet una presencia constante y respetada en la agenda cultural de Maracaibo. A medida que transcurrieron los años, nuevas generaciones se sumaron al elenco, manteniendo viva la esencia formativa de la compañía. A una década de su nacimiento, nombres como Rita Dondelly, Sonia Castillo, Elys Ávila, Javier Solano, Ricardo Altuve y Lenín Monsalve daban continuidad a esta misión artística.
Danzarte no solo ha sido una compañía, ha sido una escuela de vida. Su repertorio, tan variado como exigente, da cuenta de su versatilidad y profundo respeto por la tradición sin renunciar a la innovación. Obras cumbre del ballet universal como Don Quijote, Giselle, El corsario y Las noches de Walpurgis han convivido en armonía con creaciones de corte contemporáneo que exploran nuevas estéticas y emociones, como Humano cotidiano, Calle Corriente y La cumparsita. Esta amplitud estilística demuestra la capacidad de Danzarte para dialogar tanto con los amantes del ballet clásico como con las audiencias que buscan en el arte un reflejo de las inquietudes del presente.
Particularmente significativo ha sido su empeño en acercar el ballet a los más pequeños. La puesta en escena de obras como Taller de juguetes no solo ha formado público infantil, sino que ha sembrado en muchos niños el deseo de formar parte algún día de la familia Danzarte. Esta preocupación por la formación de nuevos públicos habla del compromiso pedagógico y social de la compañía, fiel al lema que sus integrantes y fundadores han defendido: el arte es pura responsabilidad.
Danzarte también ha tenido un papel estelar en la representación del Zulia en diversos eventos nacionales e internacionales. Sus giras han sido ocasión para que el virtuosismo de sus bailarines y la calidad de sus producciones sirvan de carta de presentación de la cultura zuliana ante otros públicos. Cada función, cada festival, ha llevado implícito el orgullo de pertenecer a una tierra que respira arte en cada esquina.
En su 39 aniversario, la compañía sigue siendo referente ineludible de la danza en Maracaibo. Su vigencia es testimonio de un proyecto que ha sabido trascender épocas y desafíos, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia. Danzarte es hoy un símbolo de perseverancia, formación integral y búsqueda de la excelencia, valores que inspiran a nuevas generaciones de artistas que siguen viendo en sus escenarios un lugar para soñar y crecer.
En la memoria colectiva de Maracaibo, junto a los acordes de una gaita o el fervor de las ferias, también está el eco de los pasos precisos y elegantes que Danzarte ha dejado en cada función. Celebrar su aniversario es enaltecer a quienes, desde el lenguaje silencioso de la danza, han escrito parte fundamental de la historia cultural zuliana.
Crédito de la fuente: Esta nota ha sido elaborada a partir de la información contenida en el Diccionario General del Zulia, de Jesús Ángel Semprún Parra y Luis Guillermo Hernández, segunda edición, 2018, publicado por Sultana del Lago Editores.