El pasado martes 18 de febrero, la Alianza Francesa de Maracaibo acogió la emotiva clausura de la exposición Tejiendo Raíces Ancestrales, última muestra en vida de la destacada artista plástica zuliana Ofelia Soto. En el marco de esta despedida, la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia, a través de su agrupación dancística YonnaLUZ, ofreció una demostración magistral de las variantes de la danza Yonna, brindando así un cierre profundamente simbólico y enraizado en las tradiciones de nuestro pueblo.
Esta actividad formó parte de la Mega Exposición La Barca de Oro, dedicada a poner en valor el arte zuliano, y en particular, el legado de Soto, quien personalmente supervisó y organizó esta muestra, sin imaginar que sería su último encuentro con el público. La artista, reconocida por su compromiso con la preservación de las raíces ancestrales y las expresiones textiles de la región, encontró en esta exposición la oportunidad de cerrar su ciclo vital dejando una obra imborrable para las generaciones futuras.
El acto contó con la intervención del sociólogo Emelindro Fernández, jefe del Departamento de Estudios Socioantropológicos de LUZ, quien, en representación del profesor Jon Aitor Romano Elortegui, director de Cultura de la universidad, y bajo la venia de la rectora, doctora Judith Aular de Durán, destacó la importancia de preservar el legado artístico y espiritual de Ofelia Soto, quien dedicó su vida a honrar las raíces de las culturas indígenas y afrovenezolanas que conforman la identidad zuliana.
La clausura, cargada de sensibilidad, tuvo como invitada especial a Caribay Yare, artista marabina residenciada en París y exponente del arte textil post-moderno, quien acompañó a la maestra Soto en la concepción de la muestra, sumando una mirada contemporánea que dialogó con la tradición.
El momento más esperado fue la presentación de YonnaLUZ, agrupación que mantiene viva la danza Yonna, emblema de la cultura wayuu. Bajo la coordinación general y musical del profesor Luis González, y con la participación de Tairuma González, Josneli Machado, Teiruma Caldera, Andrea Cambar y Luis David Urdaneta, los presentes fueron testigos de una puesta en escena que no solo exhibió destreza técnica, sino también respeto y amor por el valor simbólico de esta expresión ancestral.
Los asistentes pudieron apreciar las distintas variantes de esta danza ritual, donde los movimientos circulares, el simbolismo del viento y la fuerza de la percusión, se combinaron para rendir homenaje a una artista que, como pocas, supo “tejer” con hilos y formas el alma de nuestras raíces.
Con esta actividad, la Dirección de Cultura de LUZ y la agrupación YonnaLUZ no solo reafirmaron su compromiso con la preservación y difusión de las tradiciones indígenas, sino que sellaron un acto de gratitud y reconocimiento a la vida y obra de la maestra Ofelia Soto, quien, como buena artista, partió en paz tras ver culminada su última obra.