El 10 de mayo de 1913 nació en Maracaibo el músico, compositor y crítico Luis Guillermo Sánchez García, una de las figuras más entrañables del romanticismo musical zuliano. Su legado, lleno de sensibilidad, poesía y melodía, lo consagró como uno de los grandes compositores populares del país. Hoy, al cumplirse 111 años de su nacimiento, El Maracaibeño rinde homenaje a este creador fecundo que supo armonizar la emoción con la técnica, el lirismo con el compromiso cultural.
Sánchez se formó como músico bajo la guía de maestros insignes como Evencio Áñez Parra y Cayetano Martucci, destacándose como pianista y violinista. Su talento para la composición lo llevó a crear piezas que aún habitan en el imaginario musical zuliano y venezolano. Su obra abarca géneros tan diversos como el vals, la danza, el bolero, la contradanza, el merengue, el chotis y la música sacra. Fue autor de himnos, motetes, misas y plegarias, además de música popular que obtuvo amplio reconocimiento nacional.
Su pieza más celebrada, el vals Lluvia, compuesta en los Andes en 1948, fue galardonada con el primer premio del concurso «El Zulia musical en su radio», organizado por la Lotería del Zulia. Esta melodía, que luego fue interpretada por Alfredo Sadel y el cuarteto de Ulises Acosta, es un canto a la nostalgia, al amor y a la belleza del entorno zuliano. Otras composiciones como Recordándote, Maracaibera, Sol de Mara, Mi Lago azul, Linda Zuliana, Pedacitos de ensueño, Sueño, Evocación y Fuiste vuelo forman parte de su amplio repertorio.
Durante veintiocho años fue director artístico de la emisora Ondas del Lago, donde creó e impulsó programas radiales que dejaron huella en la memoria colectiva. En paralelo, fue miembro fundador de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo y ejecutante de la Orquesta de Cámara de LUZ, dejando una impronta indeleble en la institucionalidad musical del estado. Su visión de la música como una forma de educación sentimental y ciudadana lo llevó a fundar y dirigir la Asociación de Músicos y Artistas del Estado Zulia (AMAEZ), institución clave para la dignificación del quehacer artístico en la región.
Luis Guillermo Sánchez no solo fue creador, sino también promotor y defensor del arte musical zuliano. Recibió múltiples reconocimientos en vida, como el Mara de Oro y la distinción de la revista Espectáculos como compositor del año en 1967. Su muerte en un accidente en Caracas en 1969 no apagó la resonancia de sus acordes ni el cariño que le profesó el pueblo. Desde entonces, diversas instituciones han honrado su legado mediante publicaciones, festivales, homenajes y producciones discográficas.
En 2013, al cumplirse el centenario de su nacimiento, un concierto especial en el Teatro Baralt, acompañado de conferencias y ediciones conmemorativas, reavivó el recuerdo del “último romántico de la canción popular zuliana”, como lo bautizó el investigador Jesús Ángel Parra. Luis Guillermo Sánchez supo, con honestidad artística y amor por su tierra, convertir la música en un lenguaje de belleza duradera, dejando al Zulia una herencia sonora que sigue vibrando con fuerza en cada nota de sus composiciones.
