Cada 7 de mayo, la cultura zuliana tiene motivos de celebración y gratitud. Este 2025 se conmemoran 59 años del nacimiento de Yelitza Vílchez, la intérprete que, con su potente y melodiosa voz, ha escrito páginas doradas en la historia musical del Zulia, enalteciendo especialmente el género que late en el corazón de los marabinos: la gaita.
Nacida en Maracaibo en 1966, Yelitza ha demostrado desde su juventud un inquebrantable amor por la música. Si bien su formación académica la llevó a titularse como Técnico Superior Universitario en Obras Civiles, sus pasos estaban guiados por el ritmo de los tambores y las voces de la tradición. Su versatilidad profesional incluyó desempeños como asistente de ventas y auxiliar de contabilidad, pero fue en el arte donde encontró su verdadero propósito.
Durante su época de estudiante en el liceo Octavio Hernández, Yelitza se acercó al canto a través del conjunto gaitero de la institución. Allí compartió con otros talentos emergentes que, como ella, soñaban con llevar la esencia zuliana a los escenarios. Posteriormente, en el Instituto Universitario Tecnológico de Maracaibo, integró el Orfeón, la Estudiantina y el conjunto de gaitas, forjando así sus dotes como intérprete.
El gran salto a la profesionalización llegó en 1987, cuando se incorporó a la reconocida agrupación La Gran Montonera. Con ellos interpretó el inolvidable tema Canto al amor, compuesto por Norvyns Sánchez, una pieza que no solo la consolidó como una de las nuevas voces femeninas de la gaita, sino que le valió todos los premios como solista revelación de esa temporada. Así nacía la leyenda de quien sería conocida como la Dama de la Gaita.
A lo largo de su brillante trayectoria, Yelitza Vílchez ha dejado su impronta en diversas agrupaciones emblemáticas del género como Ecos del Zulia, Maracaibo Señorial y Racoa, esta última clave en su consolidación definitiva. Con Racoa alcanzó reconocimientos de gran prestigio: Sol Zuliano (1989), Reina de la Gaita (1993), Reina de Reinas (1995), y fue designada en múltiples ocasiones como Solista Femenina del Año (1997, 1999, 2001) en los afamados premios Virgilio Carruyo. La Guardia Nacional también la reconoció con el Botón de Honor, reflejo de su impacto social y cultural.
La discografía de Yelitza es un testimonio vivo de la sensibilidad y fuerza interpretativa que la caracterizan. Entre sus temas más recordados destacan, además de Canto al amor, canciones como Hazlo pronto, Amigo secreto, Reverdece, La bandera, Oraciones, Soy empedraera, Reliquia, La lancha de Juan Cordero y Villa Amelia. Estos éxitos no solo han alegrado las navidades zulianas, sino que han resonado en toda Venezuela, convirtiéndose en himnos populares.
Su talento no se limitó a la interpretación. Yelitza también incursionó en la composición, siendo autora de piezas significativas como Reliquia, Soy empedraera, Nuestros poetas y Hazlo pronto, donde plasmó con palabras sencillas y emotivas la idiosincrasia, la fe y la cotidianidad zuliana.
A diferencia de otras voces que se diluyen en el tiempo, la de Yelitza Vílchez se mantiene vigente y llena de vida. Su entrega en el escenario, la conexión genuina con el público y su rol como embajadora de la gaita la han elevado a un sitial de honor. Su carrera, que ha sido fuente de inspiración para las nuevas generaciones de solistas femeninas, es un testimonio del talento zuliano y de la capacidad de las mujeres para liderar en un género que, tradicionalmente, estuvo dominado por hombres.
Hoy, a 59 años de su nacimiento, Yelitza Vílchez es sinónimo de perseverancia, pasión y zulianidad. Su legado sigue nutriendo los amaneceres decembrinos, las parrandas familiares y las tarimas que, año tras año, esperan la llegada de su voz inconfundible. Celebrarla es reafirmar la esencia de la gaita y reconocer a una mujer que ha llevado el canto zuliano a las más altas notas de orgullo regional y nacional.