El calendario marca hoy 7 de mayo de 2025 una fecha para la memoria y el reconocimiento. Se cumplen 19 años de la partida física de Hugo Sosa, también conocido artísticamente como Ugo Di Maria, uno de los talentos más destacados de la lírica venezolana, orgullo de Encontrados, tierra zuliana que lo vio nacer el 27 de julio de 1931. Su vida fue un viaje apasionado entre la ley y la música, entre el canto operístico y la enseñanza, dejando huella profunda tanto en los escenarios internacionales como en el corazón de su tierra natal.
Hugo Sosa se formó como licenciado en Derecho Civil y Canónico, pero su verdadera vocación fue la música. Con la seriedad de un académico y la sensibilidad de un artista, inició su camino en el arte de la voz desde temprana edad. En el Seminario de los Padres Paules en Maracaibo, descubrió el poder de la teoría musical y el solfeo. Aquella semilla se convertiría en una vocación irrenunciable que lo llevó a Caracas, donde profundizó sus estudios con el maestro Alfredo Hellander, y más tarde a Roma, en el prestigioso Conservatorio Santa Cecilia, donde perfeccionó su técnica bajo la guía del tenor Giovanni Manurita.
Fue en Italia donde abrazó su nombre artístico: Ugo Di Maria, una identidad que llevó con orgullo a través de los grandes escenarios europeos. Bajo la tutela de renombrados maestros como Renato Talvachia y Rolando Nicalosi, se especializó en repertorios exigentes, dominando tanto la ópera wagneriana como el género bufo, que requiere gran destreza vocal y actoral. Su preparación incluyó, además, estudios de historia, filosofía del arte, cinematografía y varios idiomas, construyendo un perfil artístico integral.
Su regreso a Venezuela no significó el fin de sus sueños internacionales, sino el inicio de un legado en su propio país. Debutó con la Orquesta Sinfónica Venezuela, y en poco tiempo se convirtió en figura recurrente de los conciertos de ópera en Caracas y Maracaibo. La crítica y el público lo aclamaron en producciones emblemáticas como La Bohême, en la que compartió escena con figuras como Alfredo Sadel.
El impacto de su voz llegó también a la televisión, siendo invitado al célebre Show de Renny Ottolina, transmitido por Radio Caracas Televisión, llevando así la ópera a miles de hogares venezolanos. Maracaibo, ciudad que tanto amó, fue testigo de múltiples recitales en los que demostró la calidez y potencia de su registro como barítono bajo. Especial mención merece su recital del 31 de octubre de 1967 en la Academia de Música del Estado Zulia, acompañado por el pianista Atilio Ferraro, evento que marcó un hito en la vida cultural de la ciudad.
Además de su desempeño como cantante, Hugo Sosa fue un incansable promotor cultural y docente. Ocupó importantes cargos como director de la Escuela de Música José Reyna de Caracas, secretario de cultura en Maturín y Cumaná, y supervisor del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC). En su amada Maracaibo fue subdirector de la Escuela Integral de Música, hoy conocida como Conservatorio de Música José Luis Paz, donde formó a nuevas generaciones de músicos.
En Europa, durante la década de los setenta, consolidó su prestigio internacional con actuaciones que demostraron que su arte trascendía fronteras. Su paso por escenarios del viejo continente ratificó su posición como uno de los cantantes líricos venezolanos más sólidos de su tiempo.
Hugo Sosa falleció el 7 de mayo de 2006, dejando un legado que va más allá de sus interpretaciones. Su vida sintetiza el esfuerzo, la formación rigurosa y la pasión que caracterizan a los grandes artistas zulianos. Hoy, a 19 años de su partida, su nombre resuena con fuerza entre quienes aprecian la música culta y valoran la importancia de quienes llevan la cultura zuliana a horizontes universales.
Recordar a Ugo Di Maria es celebrar al artista que convirtió su voz en puente entre continentes, al maestro que enseñó con el ejemplo y al zuliano que, desde la lírica, mantuvo en alto el nombre de su tierra natal.
Crédito de la fuente:Esta nota ha sido elaborada a partir de la información contenida en el Diccionario General del Zulia, de Jesús Ángel Semprún Parra y Luis Guillermo Hernández, segunda edición, 2018, publicado por Sultana del Lago Editores.