El 3 de mayo de 2025 se conmemora el 60 aniversario del fallecimiento de Octavio Meléndez Pirela (1876-1965), un hombre excepcional cuyo legado como médico, músico, pintor, agrimensor y ciudadano ilustre aún resuena en la historia del Zulia. Su vida representa un modelo de humanismo integral, caracterizado por la pasión por el conocimiento y el servicio a su comunidad.
Nacido en Santa Rita, estado Zulia, el 28 de diciembre de 1876, Octavio Meléndez se formó en diversas áreas del saber. Graduado como agrimensor en 1896, culminó luego sus estudios de doctor en ciencias médicas en la Universidad del Zulia en 1903. Desde entonces, dedicó más de seis décadas de su vida a la medicina rural en La Cañada, distrito Urdaneta, donde su nombre se volvió sinónimo de progreso, entrega y vocación.
Meléndez no fue solo un médico. Su curiosidad y talento lo llevaron a dominar la música —tocando piano, órgano, violín, cuatro y guitarra—, además de dirigir corales e incluso componer zarzuelas como La colegiala, y valses como La dalia azul. Estudió solfeo con Mateo Trovar y se ganó un lugar como promotor cultural de su comunidad.
En las artes visuales, Octavio Meléndez también dejó su huella. Alumno de Julio Árraga, realizó numerosos retratos al óleo de héroes de la Independencia y de figuras locales. Fue director encargado de la Escuela de Pintura del estado Zulia, evidenciando su compromiso con el arte y la educación.
Su labor médica fue ejemplar: ejerció la medicina general, la cirugía y la obstetricia en condiciones de extremo aislamiento, desarrollando métodos adaptados a las limitaciones rurales. Entre sus logros más notables destaca la extracción por vías naturales de un monstruo toracópago —caso de siameses unidos por el tórax—, un hito quirúrgico poco documentado en Venezuela para la época.
Como agrimensor del Concejo Municipal, Meléndez trazó el primer plan de la carretera Maracaibo-La Cañada, impulsando el desarrollo vial de la región. Asimismo, promovió la actividad deportiva organizando los primeros equipos de béisbol, fútbol y tenis de la zona, convencido del poder formativo del deporte para la juventud.
Visionario y práctico, fue también el primer ciudadano en llevar un automóvil a La Cañada, y, ante la falta de mecánicos, aprendió la técnica de reparación automotriz por sí mismo, mostrando una vez más su espíritu autodidacta y resiliente.
Por sus innumerables aportes, el Concejo Municipal de La Cañada creó en su honor la Orden Dr. Octavio Meléndez, una distinción que reconoce a los ciudadanos ejemplares que siguen su legado.
Octavio Meléndez también dejó una herencia familiar de servicio, siendo padre de profesionales destacados como Francisco, Guillermo y Roberto Meléndez Badell.
Hoy, al cumplirse 60 años de su partida, el recuerdo del Dr. Octavio Meléndez Pirela sigue vivo como símbolo de abnegación, cultura y progreso en el Zulia. Su ejemplo inspira a las nuevas generaciones a cultivar una vida plena de saberes y entregada al bienestar colectivo.
Crédito de la fuente: Esta nota ha sido elaborada a partir de la información contenida en el Diccionario General del Zulia, de Jesús Ángel Semprún Parra y Luis Guillermo Hernández, segunda edición, 2018, publicado por Sultana del Lago Editores.