Este 29 de abril de 2025 se cumplen 27 años de la partida física de Víctor José Jiménez, conocido popularmente como “El Criollo” o “Chinito Jiménez”, uno de los más grandes símbolos deportivos del Zulia y de Venezuela. Nacido en Maracaibo el 18 de octubre de 1916, desde temprana edad demostró un talento extraordinario para la natación, disciplina en la que se consagró como leyenda.
Su vida estuvo marcada por hazañas acuáticas que capturaron la admiración de toda una región. Desde su infancia, Jiménez conquistó campeonatos en las pruebas de 100, 200, 400 y 1.000 metros estilo libre, convirtiéndose en un referente juvenil del deporte local. Sin embargo, su proeza más célebre llegó en 1944: cruzó el Lago de Maracaibo nadando de espaldas, con las manos atadas y portando el pabellón nacional. Un acto de valentía y resistencia que hasta hoy no ha sido igualado en el mundo.
Esta gesta, realizada en honor a la Virgen de Chiquinquirá, se convirtió en tradición durante las fiestas patronales de noviembre, y “Chinito” la repitió año tras año hasta finales de los años ochenta, reforzando su vínculo inquebrantable con la identidad marabina y el sentimiento popular.
Más allá de sus logros personales, Víctor José Jiménez también fue un visionario en la promoción de la natación en el estado Zulia. En 1950 fundó la Asociación Zuliana de Natación, institución que presidió en sus primeros años y que impulsó el desarrollo competitivo de nuevas generaciones de atletas.
Su talento cruzó fronteras: representó a Venezuela en exhibiciones internacionales de natación en Santa Marta (Colombia), Panamá y El Salvador, llevando consigo la destreza y el orgullo del nadador zuliano.
Paralelamente a su vida deportiva, Jiménez cultivó otra pasión: la música. Admirador de Carlos Gardel, fue cantante de tangos, actividad que lo llevó a integrar el Sindicato de Músicos del estado Zulia y el Sindicato de Radio y Televisión. Además, su espíritu cívico lo llevó a colaborar activamente con la Asociación Ambiental Parque Rafael Urdaneta, combinando el amor por el agua y el medioambiente en sus acciones comunitarias.
Durante su vida profesional, trabajó en la Aduana de Maracaibo, logrando conjugar sus deberes laborales con sus múltiples actividades deportivas, artísticas y de servicio social. En el ámbito familiar, fue padre de la destacada actriz Yasmina Jiménez y abuelo del actor Ilya Izaguirre, legando también a través de sus descendientes su pasión por el arte y la cultura.
El 29 de abril de 1998, Maracaibo lloró la pérdida de uno de sus hijos más emblemáticos. Sin embargo, la figura de Víctor José Jiménez sigue viva en la memoria colectiva zuliana. Cada brazada suya sobre el Lago de Maracaibo fue una declaración de amor a su tierra, a su gente y a su Virgen de Chiquinquirá.
Hoy, su legado inspira no solo a los nadadores, sino a todos los zulianos que ven en su ejemplo un símbolo de perseverancia, coraje y amor por la tradición. El Criollo sigue nadando en la historia.