Fallece el historiador zuliano Rutilio Ortega, pilar de la historia y la identidad regional

Maracaibo, 5 de diciembre de 2024.-En la madrugada de este jueves, falleció a los 84 años el historiador zuliano Rutilio Inocencio Ortega González, reconocido por su vasta contribución a la historiografía venezolana y por su incansable defensa de la zulianidad. Ortega deja un legado intelectual que trasciende generaciones, marcado por su compromiso con el estudio y la divulgación de la historia regional y su amor por el estado Zulia.

Nacido el 28 de diciembre de 1939 (aunque su cédula marca el 11 de enero de 1940), Ortega dedicó su vida a la educación, la investigación histórica y la literatura. Desde sus primeros años como maestro de educación primaria, egresado de la Escuela Normal Nacional Alejandro Fuenmayor en 1961, hasta alcanzar el grado de doctor en historia en el prestigioso Colegio de México en 1973, su trayectoria estuvo definida por una búsqueda constante del conocimiento y la preservación de la memoria histórica.

Un académico multifacético

Rutilio Ortega fue un académico integral. Ejerció como docente universitario en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia (LUZ) desde 1973 hasta 1995. Allí, además de impartir cátedras sobre historia regional, ocupó importantes cargos como director del Centro de Estudios Históricos de LUZ en dos periodos (1983-1986 y 1994). También fungió como asesor de la Biblioteca Central de la universidad y editor de la emblemática Colección Zuliana.

Su labor trasciende los muros de la academia. Ortega fue miembro honorario de la Academia de Historia del Estado Zulia y socio correspondiente de la Academia Nacional de la Historia. Como presidente de la Comisión Presidencial para el Bicentenario del Natalicio del General Rafael Urdaneta (1985-1988), consolidó su posición como uno de los principales promotores de la identidad zuliana.

Un defensor de la memoria colectiva

Entre sus obras más destacadas se encuentran las icónicas Crónicas del Saladillo, una colección de textos que exploran la transformación urbana y cultural del popular barrio maracaibero. Estas crónicas no solo capturaron la esencia de una comunidad, sino que inspiraron la obra teatral Réquiem por el Saladillo, de Hilba D’or, y el largometraje Joligud, de Augusto Pradelli. Ortega entendió que la memoria colectiva es un pilar fundamental de la identidad, y sus escritos sirvieron como campanadas de alerta frente a la pérdida del patrimonio cultural.

Otras obras notables incluyen La California de los Jesuitas, Historia e Identidad Regional Zuliana y El Saladillo: Una tragedia de hoy. En total, Ortega publicó más de 30 libros, abarcando desde ensayos históricos hasta poesía y cuentos, como Nefertiti, amor mío y Zhivago a Lara. Su capacidad de entrelazar la historia con la literatura consolidó su figura como un intelectual integral.

Legado y reconocimiento

El historiador también se destacó como un gran impulsor de proyectos comunitarios. Lideró equipos de investigación para documentar la historia de municipios como Machiques de Perijá, marcando un modelo de trabajo para estudios similares en otras regiones. Participó como ponente en más de 50 eventos académicos nacionales e internacionales, llevando el nombre del Zulia a países como México, Cuba, Estados Unidos y Libia.

Sus aportes le valieron numerosos reconocimientos, incluido su exaltación como miembro honorario de la Academia de Historia del Estado Zulia en 2015. En vida, Ortega fue considerado un referente de la historiografía regional y un defensor incansable de la zulianidad.

Una despedida con eco regional

La comunidad académica, cultural y política del Zulia ha expresado su pesar por la pérdida de uno de sus más ilustres hijos. El gobernador del estado declaró tres días de duelo, mientras que LUZ emitió un comunicado destacando la importancia de Ortega como “guardián de la memoria y la identidad zulianas”.

En un Zulia que continúa luchando por preservar su esencia frente a los desafíos de la modernidad, el legado de Rutilio Ortega perdurará como un faro. Sus enseñanzas, investigaciones y escritos seguirán siendo referentes invaluables para quienes buscan comprender y proteger el alma de esta tierra.

La historia del Saladillo y del Zulia entero ha perdido a uno de sus más grandes narradores. Rutilio Ortega no solo registró la memoria de su tierra, sino que la vivió, la amó y la defendió hasta el último día.

Con información de Diccionario General Zulia

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