El Teatro Baralt fue el escenario de Tan tan, un espectáculo sinfónico y de comedia presentado en conjunto con la Fundación Payasos Humanitarios y el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela. El evento, realizado el sábado 2 y domingo 3 de noviembre, logró fusionar el arte circense y la música clásica, en una propuesta que cautivó a familias completas y reafirmó el compromiso de estas instituciones con el acceso a la cultura y el bienestar emocional.
El espectáculo inició con palabras de María Alejandra Rivas, representante de la Fundación Payasos Humanitarios, quien subrayó el valor del humor como herramienta de apoyo en situaciones difíciles, resaltando el impacto positivo que el proyecto tiene en las comunidades. Su mensaje fue seguido por la apertura musical a cargo del Sistema de Orquestas, bajo la dirección de Adenis Araujo, con piezas emblemáticas como Ruslán y Liudmila y Sueño de una noche de verano.
La propuesta escénica de Tan tan se destacó por su creatividad, donde los Payasos Humanitarios interpretaron escenas cotidianas al ritmo de la música, trasladando al público a situaciones comunes como el ambiente de un circo, una clase escolar o una visita a la barbería. Estas viñetas cómicas no solo ofrecieron momentos de humor, sino también una profunda conexión emocional, recordando a todos los asistentes el poder de la risa en tiempos de dificultad.
La combinación de música y comedia continuó con otras piezas sinfónicas icónicas como Orfeo en los infiernos, Danza Húngara, y la divertida Gaita Onomatopéyica, acompañadas de interpretaciones que arrancaron carcajadas tanto a niños como a adultos. La sincronización entre la orquesta y las actuaciones de los payasos demostró la capacidad de colaboración entre distintas expresiones artísticas para crear experiencias inolvidables.
Sin embargo, este evento también trae a la luz la necesidad de una mayor continuidad en iniciativas que integren el arte con el bienestar social. Tan tan no solo fue una demostración de talento, sino una invitación a reflexionar sobre cómo el arte puede servir como una herramienta de apoyo emocional y de conexión en comunidades que, a menudo, no tienen acceso a este tipo de actividades.