El pasado miércoles 9 de abril de 2025, la Facultad Experimental de Arte de la Universidad del Zulia se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje al insigne músico y cultor zuliano Fredy Reyna, en un conversatorio que reunió a estudiantes, artistas e investigadores bajo el título simbólico “El cuatro de la abundancia”. La actividad, que dio inicio a las 2:00 de la tarde, se desarrolló con un ambiente de profunda emotividad y admiración, donde la figura del cuatro venezolano fue el hilo conductor de un encuentro que conjugó historia, música y conciencia patrimonial.
Fredy Reyna (1917–2001), considerado uno de los máximos exponentes del cuatro como instrumento solista, fue recordado no solo como cuatrista excepcional, sino también como un hombre de múltiples talentos: compositor, docente, dibujante, titiritero e incansable investigador del folklore venezolano. Su legado, cargado de sensibilidad, rigor y amor por las tradiciones del país, fue el punto de partida para una reflexión profunda sobre la trascendencia del arte popular y la necesidad de su reivindicación desde los espacios universitarios.
El conversatorio contó con la participación del destacado músico zuliano Gustavo Colina, cuatrista de amplia trayectoria nacional e internacional, quien compartió con los presentes una semblanza íntima y apasionada sobre la vida y obra de Reyna. Colina, además de su calidad como intérprete, se distinguió por su elocuencia al narrar anécdotas y aspectos poco conocidos del homenajeado, destacando el carácter pionero de Fredy Reyna como impulsor del cuatro en su vertiente solista, cuando aún era considerado un instrumento meramente acompañante.
La evocación de Reyna se volvió aún más palpable cuando Gustavo Colina, con su cuatro en brazos, ejecutó una serie de piezas musicales inspiradas en el repertorio del maestro, llenando el auditorio de la FEDA con la cadencia melódica y el brillo armónico que solo un verdadero conocedor puede transmitir. Cada rasgueo, cada nota, fue una invitación a escuchar con el alma y a reconocer, en ese pequeño instrumento de cuatro cuerdas, la grandeza de un pueblo que canta, sueña y resiste.
El encuentro también contó con la intervención del Dr. Alejandro Bruzual, investigador musical y uno de los especialistas más respetados en historia de la guitarra y del cuatro en Venezuela. Bruzual, con la solvencia académica que lo caracteriza, abordó el papel del cuatro en la identidad musical del país y destacó cómo Fredy Reyna logró elevar este instrumento al rango de símbolo nacional, dándole un lenguaje propio y una estética que aún hoy sirve de referencia para nuevas generaciones de músicos. “El cuatro —afirmó— es más que un instrumento: es una declaración de pertenencia. Es Venezuela en estado sonoro”.
La jornada fue mucho más que un acto conmemorativo. Fue una afirmación colectiva del poder transformador de la música y de la necesidad de mantener viva la memoria de nuestros creadores. Desde la mirada joven de los estudiantes de arte hasta la voz experimentada de los invitados, se tejió un homenaje a la vida cultural zuliana y a la universalidad de un instrumento que ha traspasado fronteras sin perder su alma criolla.
Fredy Reyna, quien alguna vez dijo que “el cuatro es la voz íntima del pueblo”, encontró en este homenaje una reafirmación de su legado. Y Maracaibo, ciudad que ha sido cuna de grandes cultores y promotores de la venezolanidad, se suma a esta celebración con la certeza de que su ejemplo sigue vivo en cada joven que pulsa las cuerdas del cuatro con devoción.
Desde la Facultad Experimental de Arte, donde la creatividad y la crítica se entrelazan, este acto constituye también un llamado a seguir investigando, difundiendo y reconociendo las figuras que han hecho de la cultura venezolana un patrimonio vivo, dinámico y profundamente humano.
Porque como bien lo demuestra la historia de Fredy Reyna, la abundancia no está en la cantidad de notas, sino en la profundidad de su eco en el corazón del pueblo.