CALIFICACIÓN.- EXCELENTE: 8
Hasta el 8 de diciembre, en la Sala pequeña del Teatro Español se representa ‘Bernice’, una pieza de Susan Glaspell, autora ganadora del Premio Pulitzer en 1931 y pionera del teatro norteamericano. Traducida y versionada por Ignacio García May y dirigida por Paula Paz, el Teatro Español recupera a una de las voces más relevantes del drama moderno y del feminismo literario. La obra de Glaspell cayó inexplicablemente en el olvido hasta que fue redescubierta en el último cambio de siglo. A través del realismo y el simbolismo, Glaspell cuestiona los roles femeninos de la época, permitiendo al espectador reflexionar sobre conflictos que siguen vigentes hoy en día.
La pieza arranca tras la repentina desaparición de Bernice Norris. Entonces, su círculo más cercano se reúne en la casa familiar. El misterioso legado que deja genera un enorme desasosiego que desvela profundas desavenencias entre Margaret, su mejor e íntima amiga, y Craig, su marido, del que se cuestiona su comportamiento durante los años anteriores. Todo acabará por transformar profundamente a los personajes principales cuando alcanzan a entender los propósitos y la verdadera dimensión de la personalidad de la fallecida.
Una de las claves del texto radica en su innovadora estructura, centrada en la «protagonista ausente». Este recurso permite a Glaspell explorar la influencia emocional de Bernice sobre los demás personajes, que construyen sus propios conflictos y resoluciones en torno a su pérdida. La autora utiliza la ausencia de la protagonista para desafiar las normas sociales y plantear profundas preguntas sobre el papel de la mujer, la familia y las luchas personales que trascienden generaciones, explorando los roles femeninos en una sociedad marcada por el cambio tras la Primera Guerra Mundial.
El texto, traducido y adaptado por Ignacio García May, bucea emocionalmente en la complejidad de sus personajes, fundamentalmente en Craig, el marido de la protagonista, y en su mejor amiga, Margaret. A lo largo de casi dos horas, Susan Glaspell nos sumerge en el universo de Bernice a través de la mirada de los que mejor la conocieron en un vibrante e intenso drama teatral en el que el suspense está muy presente de principio a fin.
Ignacio García May ha hecho un trabajo magnífico adaptando el texto original de Glaspell aunque, a nuestro juicio, podría haber depurado más algunos diálogos y escenas con el fin de aligerar un poco la duración. Aunque la tensión nunca se llega a perder por la potencia de la trama y sus protagonistas, bien es cierto que, en determinados momentos, algunas escenas llegan a ser un tanto reiterativas y monótonas, y las casi dos horas de duración se podrían haber recortado con el fin de mejorar el resultado final.
Uno de los puntos fuertes de ‘Bernice’ es la espléndida puesta en escena de Paula Paz, que ha sabido plasmar a la perfección la complejidad emocional del texto y de sus personajes, potenciando los gestos, los silencios y el aura de la protagonista ausente, que inunda la Sala pequeña del Teatro Español de principio a fin, aunque no aparezca nunca en escena. Paz nos brinda una dirección cargada de gusto y elegancia, con unas transiciones musicales que son una maravilla en las que juega con maestría con las luces y la ambientación sonora.
Nos encanta el diseño del espacio escénico de Mónica Boromello, que ha recreado una casa burguesa de principios del siglo XX, con una gran mesa de salón, la biblioteca, el jardín, las escaleras de acceso a un segundo piso, etc… Una escenografía en la que todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. Destacar también el exquisito diseño de luces de David Picazo, el vestuario de Blas Ledoïc y la extraordinaria labor de Yaiza Varona, responsable de la música y el espacio sonoro. Dos de los elementos que más nos han gustado del montaje.
En el apartado interpretativo, los cinco actores están impecables empezando por Eva Rufo, que borda el papel de Margaret, la mejor amiga de Bernice. Rufo está soberbia deambulando por ese complejísimo personaje lleno de aristas emocionales y brindándonos un duelo interpretativo de altura con Jesús Noguero, magnífico dando vida a Craig, el atormentado marido Bernice, que se siente culpable tras su muerte. Nadie mejor que ambos para meterse en la piel de pareja protagonista de este drama intenso.
Completan el reparto: Esperanza Elipe, estupenda como el ama de llaves que todo lo sabe y es la guardiana de los secretos de la casa; Javier Lago, perfecto en la piel del padre de Bernice que tiene idolatrada a su hija, y Rebeca Hernando, fantástica dando vida a la ‘mala’ de la historia (la hermana de Craig), una mujer autoritaria, altiva, distante y fría, que se granjea pronto la enemistad de Margaret.
Lo mejor: descubrir a Susan Glaspell, ganadora del Premio Pulitzer en 1931, en un drama intenso que recupera la esencia del teatro, la magnífica puesta en escena y la soberbia actuación de la pareja protagonista.
Lo peor: en una obra de este tipo no hay nada malo, pero pensamos que en la adaptación se podrían haber depurado más algunos diálogos y escenas con el fin de aligerar la duración.
Aldo Ruiz