CALIFICACIÓN.- EXCELENTE: 8
‘Come From Away’ es la mejor prueba de que, hoy en día, se puede hacer un gran musical partiendo de una historia actual. No hace falta basarse en una película de éxito o en un best seller. Solo se necesita talento, originalidad, alma y corazón. Eso es lo que han imprimido Irene Sankoff y David Hein al libreto, la música y las canciones de ‘Come From Away’, un musical que cuenta la historia real de las más de siete mil personas -procedentes de todas partes del mundo- que aterrizaron inesperadamente en el pueblo de Gander, en la isla de Newfoundland (Terranova) en Canadá, y de los habitantes de este pequeño pueblo canadiense que les dio la bienvenida desde la solidaridad más pura.
La trama de ‘Come from away’ arranca el 11 de septiembre de 2001. Tras el brutal atentado a las Torres Gemelas y al Pentágono, el espacio aéreo americano cerró sus accesos y cientos de aviones fueron desviados de sus destinos. A 38 de ellos les tocó aterrizar en la isla de Newfoundland,duplicando su población en un instante. Mientras el mundo era testigo de una de las peores atrocidades de la historia, los pasajeros que quedaron varados durante varios días en este pueblo recuperaron su fe en la humanidad gracias a la empatía, dedicación y calidez de los habitantes de este pueblo, que los recibieron con los brazos abiertos y los reconfortaron en uno de los peores momentos de su vida.
Tras siete años de éxito en New York y Londres, y después de estrenarse en grandes capitales de todo el mundo como Buenos Aires, Toronto, Melbourne y Amsterdam, ‘Come From Away’ ha llegado a España de la mano de ‘The Stage Company’ y cuenta con la brillante dirección de Carla Calabrese, quien también se ha encargado de la adaptación al castellano junto a Marcelo Kotliar.Se trata de un musical que ha recibido numerosos y prestigiosos premios en sus diferentes producciones, como el Tony, el Olivier, el Helen Hayes, el Drama Desk, el Hugo, además de tener una nominación a los Premios Grammy.
Uno de los puntos fuertes de ‘Come From Away’ es, sin duda, el magnífico libreto confeccionado por Irene Sankoff y David Hein. Estamos ante una historia con alma, que destila empatía, humanidad y generosidad. Una obra conmovedora que toca la fibra de los espectadores desde el primer minuto y que permite vislumbrar que es posible un mundo donde es posible la bondad y la solidaridad del ser humano a pesar de las guerras. Nos encanta el libreto, los diálogos y cómo la narración de los hechos ensambla a la perfección con las canciones.En muchos musicales, contemporáneos fundamentalmente, parece que las canciones están metidas con calzador en la historia. En ‘Come From Away’ ocurre todo lo contrario. No hay cortes abruptos entre los diálogos y las canciones. Aquí, todo fluye; el texto, la historia -que transcurre con un gran dinamismo- y las canciones, que encajan a la perfección dentro del relato.
Se nota que Sankoff y Hein son también los autores de la música y las canciones, -aparte del libreto-, y esto juega a favor del resultado final, en el que todo está hecho con mucho gusto, cuidando hasta el más mínimo detalle.En los musicales de nueva creación, en muchas ocasiones se corre el riesgo de tener una buena historia pero que la música y las canciones vayan por otros derroteros y no tengan nada que ver con el alma de lo que se está contando. En ‘Come From Away’, sin embargo, la partitura musical está muy bien integrada, sigue la estela de la historia. Tiene canciones pegadizas y otras más épicas, priman los números corales aunque también hay temas donde se lucen los solistas, -como Mela Lenoir que deslumbra con su prodigiosa voz-.Es una música que le va como anillo al dedo a la trama y suena natural en las voces de los diferentes personajes que, por cierto, son entrañables y están muy bien definidos. Hay un abanico muy amplio en el que se tocan todos los estereotipos.
En el apartado musical, hay que destacar -por supuesto- la gran labor de Santiago Rosso como director al frente de nueve maravillosos músicos que hacen sonar los instrumentos de manera increíbley que, al final del espectáculo, deleitan al respetable con un numerazo cuando ya los interpretes han abandonado el escenario. No hay que olvidarse tampoco del impecable trabajo de Sebastián Mazzoni como director vocal.
Otra de las cosas que más nos han gustado de ‘Come From Away’ es la dirección de Carla Calabrase, que ha diseñado una puesta en escena sencilla pero muy eficaz, sustentada en una plataforma giratoria que da muchísimo juego a nivel visual. Nos encanta, por ejemplo, cómo el bar del pueblo se convierte rápidamente en el interior del avión o en los distintos autobuses que trasladan a los pasajeros -del aeropuerto a las casas de los vecinos-. Con una escenografía muy simple -en el buen sentido de la palabra-, unas cuantas sillas y muy pocos efectos, Calabrese logra recrear de forma brillante los distintos espacios en los que transcurre la historia y darles credibilidad. En esta puesta en escena, destacar la escenografía de Tadeo Jones, las coreografías de Agustín Pérez Costa, el vestuario diseñado por Silvana Morini, el diseño de iluminación de Gonzalo González y el ambiente sonoro de Eugenio Mellano Lanfranco.
Hemos dejado para el final el elenco de ‘Come From Away’, otro de los puntos fuertes del montaje. Un extraordinario reparto coral formado en su mayor parte por artistas argentinos. Todos ellos están estupendos desdoblándose en varios personajes al mismo tiempo: interpretan, por un lado, a personas del pueblo y, por otro, a pasajeros de los distintos vuelos. Por tanto, sus actuaciones tienen aún más mérito si cabe.
Destacar a: Mela Lenoir,genial dando vida a la comandante del avión (y a una vecina del pueblo), que se luce con su torrente de voz. Suyos son algunos de los mejores números musicales; Gabriela Bevacqua (estupenda en la piel de Beulah); Carla Calabrese (magnífica desdoblándose en Janice, la nueva reportera del pueblo y, por otro lado, en la amable azafata del avión); Pepa Lucas y Fernando Margenet -fantásticos ambos- interpretan a dos de los pasajeros del avión más entrañables, Diane y Nick, que terminan enamorándose. Impecables también Edgardo Moreira dando vida al alcalde, Silvana Toméque brilla en la piel de la cariñosa veterinaria del pueblo, y Argentino Molinuevodesdoblándose en el pasajero Kevin -que viaja con su novio- y Garth, transportista del pueblo que lidera la huelga de autobuses.
Aldo Ruiz