CALIFICACIÓN.- 6
Se acaba de estrenar ‘Conspiranoia’ en el Teatro Alcázar, una comedia dramática escrita por Jordi Casanovas y Marc Angelet -y dirigida por este último-, que hace reflexionar sobre la sinceridad entre los amigos. Luis Merlo y Natalia Millán encabezan el elenco de esta historia que arranca con la ‘intervención’ de un grupo de amigos para intentar ayudar a una de ellos que, desde hace un tiempo, se deja llevar por teorías conspiranoicas y que defiende que la tierra es plana.
Jordi Casanovas y Marc Angelet son los autores de esta obra que sigue la premisa de otras exitosas comedias de los últimos años, en la que una reunión de amigos saca a la luz los secretos y los trapos sucios que esconden todos ellos y que han ido guardando durante mucho tiempo. Luis Merlo interpreta a Roger, -el presentador de un conocido programa radiofónico matinal-, que está preocupado por su mujer Clara, una prestigiosa interiorista que lleva un tiempo participando en encuentros terraplanistas. De ahí que decida organizar una intervención para salvarla. Un papel al que da vida una fantástica Natalia Millán.
A la intervención también se suma una pareja de amigos -de toda la vida- del matrimonio: Álex (magnífico Juanan Lumbreras), un escritor de éxito que recientemente se ha pasado a la moda de escribir auto ficción y que renueva parejas sexoafectivas cada dos por tres, y Sonia (Clara Sanchis), una geóloga absolutamente entregada a su trabajo, que se separó de su pareja hace más de un año pero que todavía no lo ha superado.
Partiendo de este planteamiento, Casanovas y Angelet confeccionan una comedia con la que el público aparentemente se lo pasa muy bien a lo largo de los 85 minutos de duración, como demuestra la gran ovación al final de la función. Sin embargo, a nosotros no nos termina de convencer. Para empezar, el motivo de la intervención (que el personaje de Clara defienda que la tierra es plana) resulta bastante inconsistente a priori… pero en una buena comedia todo puede pasar y nos dejamos llevar por esta premisa. Pasados unos minutos, la historia sigue sin fluir a pesar del gran trabajo de los cuatro actores, muy metidos en sus respectivos personajes. La vis cómica de Juanan Lumbreras -y su interacción con los otros tres intérpretes- sostiene la pieza en esta primera mitad.
La parte más interesante es la segunda, donde los conflictos entre los distintos personajes estallan y empiezan a salir los trapos sucios de cada uno de ellos. Es ahí verdaderamente, en esta segunda mitad, cuando ‘Conspiranoia’ nos engancha. Más allá de las gracietas un tanto forzadas del arranque de la función, es en este momento cuando los diálogos toman fuerza y los actores resultan más creíbles en sus interpretaciones.
Destacar especialmente las actuaciones de Juanan Lumbreras, uno de los mejores cómicos de este país -que provoca las mayores carcajadas de la obra-, y la de Natalia Millán, siempre solvente y elegante haga lo que haga en el escenario.Luis Merlo, por su parte, hace de Luis Merlo metiéndose al público en el bolsillo desde su primera intervención -y brillando en un monólogo dramático al final de la obra-, mientras que Clara Sanchis -enorme actriz- es la que más nos cuesta ‘encajar’ en una comedia de este tipo a pesar de su buen hacer sobre las tablas.
Marc Angelet, uno de los autores del texto, es también el encargado de llevar a escena ‘Conspiranoia’. Quizás, en este apartado se le podría sacar mucho más partido al texto, sobre todo en la primera parte que se atasca por momentos. La acción transcurre en la coqueta casa del pueblo de la pareja protagonista. Un espacio escénico diseñado por José Novoa. Mencionar también el diseño de luces de Sylvia Kuchinow, el vestuario de Mario Pinillla y el diseño de sonido de Ángel Puertas.
Lo mejor: la vis cómica de Juanan Lumbreras y su interacción con el resto de actores, y el saber estar de Natalia Millán.
Lo menos bueno: la primera parte de la obra que se atasca por momentos y no termina de fluir.
Aldo Ruiz