La pìntora María Moreno, perteneciente al grupo del realismo madrileño, como su marido, Antonio López, ha fallecido este lunes a los 87 años. La última huella artística de Moreno estuvo en la exposición en la que participó, junto a otros realistas, en el Museo Thyssen de Madrid en 2016. María Moreno, nacida en Madrid en 1933, se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de en la capital, donde ingresó en 1954 y se especializó en pintura.
Allí conoció a los que serían sus amigos y compañeros de inquietudes artísticas durante décadas, Antonio López García, Isabel Quintanilla, Amalia Avia, Julio y Francisco López Hernández y Lucio Muñoz, un grupo que ha tenido varios nombres: realismo madrileño, figuración madrileña, hiperrealistas, o Escuela de Madrid. Antonio López, el más destacado de todos ellos, se convirtió en su compañero sentimental, con el que tuvo dos hijas, y de aventura creativa. Sin embargo, cada uno desarrolló su obra con su propio estilo. En el verano de 1957, viajó a París para conocer museos y grandes maestros.
Moreno expuso en 1973 en la galería de Ernst Wuthenow, en Fráncfort, que organizó varias muestras dedicadas al realismo español. En 1990, tuvo éxito de crítica y público en la galería parisiense Claude Bernard.
En los últimos años su obra ha formado parte de muestras colectivas, como la que organizó en 1991 la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, titulada Otra realidad. Compañeros en Madrid; o la más reciente, Realistas de Madrid, en el Museo Thyssen-Bornemisza (2016).
Junto a numerosas colecciones privadas, su obra está presente en colecciones públicas como la Fundació Sorigué, en Lleida; Artium (Vitoria); Museo de Arte Contemporáneo de Toledo, Colección Iberdrola (Bilbao). Fuera del arte, fue la coproductora de la película El sol del membrillo, de Víctor Erice, que retrataba con minuciosidad la manera de pintar de Antonio López