En la calidez intelectual del Teatro Baralt de Maracaibo, la Feria Independiente del Libro (FILMAR) 2025 rindió homenaje a uno de los poetas más admirados y queridos de la literatura contemporánea zuliana: Tibaldo Borjas. A sus 80 años, el maestro presentó su más reciente poemario publicado por Sultana del Lago Editores, en un emotivo acto cargado de memorias, aprendizajes, homenajes y versos que conmovieron al público presente.
Luis Perozo Cervantes, editor de la obra y presidente del Movimiento Poético de Maracaibo, inició la presentación rememorando la trayectoria compartida con Borjas desde la segunda edición de la FILMAR: “Uno de mis honores como editor es haber publicado la mayor cantidad de los libros del maestro Tibaldo”, dijo, evocando títulos como El violín resucita, Las cáscaras, Los haikus de Maracaibo y este nuevo poemario aún sin título revelado en la lectura. “Tibaldo ha sido para mí un maestro en el sentido más hondo del término: maestro por su humildad, por su generosidad, y por la fuerza lírica de su palabra”.
Borjas, nacido en el oriente del municipio Miranda y formado en la legendaria Escuela Normal Alejandro Fuenmayor, fue maestro de aula desde los 19 años. Su carrera educativa lo llevó a ser director de colegios, jefe regional de apoyo docente en la Zona Educativa, y profesor universitario. “Entré a trabajar con una fortaleza intelectual que quizás hoy no se ve tanto”, reflexionó. “Los maestros antes éramos formados con disciplina y vocación”.
Pero más allá del aula, la poesía fue una vocación silenciosa durante décadas. “Comencé a escribir en 1966, pero no publiqué nada hasta 2017”, confesó. “Fue por una poeta amiga que me animó, y publiqué mi primer libro Árbol de barro, en honor a mi pueblo”. Desde entonces, Borjas ha desarrollado una voz poética que ha transitado del poema extenso a la síntesis lírica del haiku. “Yo creo que la poesía me ha dado una fuerza interior que no tenía. Antes no me valoraba. Ahora puedo caminar con la cabeza erguida”.
Durante la lectura, el autor compartió varios de sus poemas, entre ellos el sobrecogedor Te duermes, que condensa en apenas cuatro versos una meditación profunda sobre la vida y la muerte: “Te duermes / y cuando despiertas / estás muerto / la vida es un sueño”. También leyó El aire, Tu voz, Las galaxias y un poema escrito tras abrir el clóset del cuarto vacío de sus hijas, ya emigradas: “Siento que el tiempo late mis sienes…”, dijo, conmovido, ante un público en silencio reverente.
La poeta Zulay Bravo, autora del prólogo, expresó su admiración por la obra de Borjas: “Conocer a Tibaldo fue descubrir un universo de palabras que acarician y alarman. Su poesía es un puente entre generaciones, una invitación a sentir y recordar”. En su lectura del prólogo, destacó versos como “El aire no lo puedo ver, pero me toca”, resaltando cómo el autor logra convertir lo invisible en vital.
El evento también fue ocasión para que el autor compartiera anécdotas personales, como su experiencia frente a una obra de Picasso en Málaga, o su reflexión sobre el arte como una creación de nuevas realidades: “El arte parte de la realidad, pero se aleja para crear otra realidad. Eso es lo que hace un poeta”.
La velada cerró con palabras de gratitud del autor a su esposa, hijos, nietos y al equipo editorial que ha acompañado su camino. “Si hoy tengo libros publicados, es gracias a mi hijo Irwin, que diseña las portadas, organiza los textos y me impulsa a seguir. Sin él, no hubiese publicado nada”.
Tibaldo Borjas, maestro, poeta y sabio de la ternura, ha entrado con dignidad al canon de los imprescindibles. Con cada verso, reafirma que la poesía no solo es arte: es también legado, consuelo, resistencia y memoria. En sus palabras, como dijo el propio autor, resuena una decisión de vida: “Escribo porque le tengo horror al olvido”.