Hoy celebramos el extraordinario legado artístico de Antonio Azzato, creador del emblemático “Proyecto Meninas”, que ha llevado la icónica figura de las Meninas de Velázquez a las calles de Madrid, Caracas y Maracaibo. Este proyecto ha logrado fusionar historia, arte y modernidad, transformándose en una obra que trasciende fronteras y conecta culturas.
Antonio Azzato, nacido en Caracas, es un apasionado del arte y la cultura. Su formación académica incluye una ingeniería industrial en la Universidad Católica Andrés Bello y estudios de Diseño de Interiores en la Escuela Parsons de Nueva York. Actualmente reside en Madrid, donde desarrolló su iniciativa más reconocida, Meninas Gallery, que desde 2018 ha revolucionado el arte urbano. Este proyecto convierte la figura de las Meninas en lienzos tridimensionales, permitiendo a diversos artistas imprimir sus estilos únicos sobre ellas. Las esculturas, influenciadas por el pop-art, se han convertido en un símbolo de Madrid, integrando el arte en espacios públicos y estableciendo un diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo.
Las Meninas, popularizadas por la icónica obra de Diego Velázquez en el siglo XVII, representan a las damas de honor de la corte española. La pintura, que retrata a la infanta Margarita Teresa rodeada de miembros de la corte, es un referente del arte universal. Inspirado en esta obra maestra, Azzato reinterpretó las figuras de las Meninas para darles un enfoque moderno y accesible, que resalta su relevancia en el arte y la cultura actual.
En enero de 2024, Antonio Azzato trajo su proyecto a Venezuela, donde 19 esculturas de Meninas fueron exhibidas en el municipio Chacao de Caracas. Estas intervenciones artísticas enriquecieron los espacios urbanos y fomentaron la conexión comunitaria a través del disfrute del arte en lugares públicos. En Maracaibo, el proyecto tuvo un capítulo especial con la exhibición de la Menina “Oro Negro” en la sede del Banco Nacional de Crédito en la Avenida 5 de Julio. Esta escultura, con un diseño en tonos dorados y negros, y una torre petrolera en el centro, rinde homenaje a la fuerza y el impulso económico de la región zuliana, resaltando su papel fundamental en la historia del país.
La majestuosidad de la Menina “Oro Negro” fue capturada por el lente del fotógrafo Eduardo Bracho (@owlfotografo), quien logró inmortalizar la esencia de esta obra en su entorno. Su trabajo es un testimonio visual del impacto cultural del proyecto en Maracaibo, recordándonos cómo el arte puede transformar espacios y generar emociones en quienes lo contemplan.
A un año de su llegada a Venezuela, el “Proyecto Meninas” continúa siendo un homenaje al arte, a la historia y a la capacidad de conectar culturas y generaciones. Antonio Azzato demuestra con su visión que el arte tiene el poder de revitalizar ciudades y enriquecer nuestras vidas, llevando un mensaje universal que trasciende el tiempo y las fronteras. ¡Una celebración merecida para un proyecto que sigue marcando historia!