Icono del sitio EL MARACAIBEÑO

Eduardo Rivera Ceballos conmueve en la FILMAR 2025 con una reveladora charla sobre espiritismo, reencarnación y sabiduría de vida

El Teatro Baralt de Maracaibo fue escenario de una experiencia profunda e inusual durante la séptima Feria Independiente del Libro de Maracaibo (FILMAR 2025), cuando el autor colombiano Eduardo Rivera Ceballos presentó sus libros Causa y efecto de nuestros errores y Tengo 100 mensajes para ti. Acompañado por el editor y escritor Luis Perozo Cervantes, el autor ofreció una conversación abierta, honesta y llena de revelaciones sobre su camino como espiritista, sus vivencias personales con el más allá, y el mensaje de amor, conciencia y trascendencia que permea su obra.

“Eduardo Rivera es un hombre con una vida interior muy interesante”, comenzó diciendo Perozo Cervantes, quien moderó el acto. “Estos libros que presentamos hoy ya habían sido publicados, pero nunca habían sido presentados de manera presencial. Ahora, al fin, tenemos este encuentro con el autor, con sus palabras y con su energía”.

El primero de los libros, Causa y efecto de nuestros errores, se basa en un proceso de regresión espiritual en el que el protagonista encuentra en sus vidas pasadas la explicación de los dolores y conflictos presentes. Según el autor, la obra “explica el mecanismo de la reencarnación y cómo las deudas del alma no se pierden: todo lo que sembramos, tarde o temprano, lo cosechamos”.

El segundo título, Tengo 100 mensajes para ti, es una recopilación de aforismos y enseñanzas de vida que Rivera Ceballos ha escrito a lo largo de más de dos décadas. “A los 75 años uno puede dar consejos”, bromeó el autor, quien reveló que muchos de los mensajes provienen tanto de experiencias propias como de sabiduría transmitida por otras personas. Uno de los aforismos leídos durante el acto conmovió al público: “Presentar modelos de amor universal entre una humanidad que se vende y se deshonra los unos a los otros por un plato de lentejas, es hacer una obra verdaderamente humanitaria”.

La presentación pronto se convirtió en una charla espontánea con el público, donde Rivera Ceballos relató cómo inició su camino espiritista. “Todo comenzó cuando un tío mío, ya fallecido, se me apareció en sueños y me indicó que debía ir a un centro espiritista. Lo tomé como un sueño más, pero al día siguiente, conocí exactamente a las personas que él me había mencionado”, narró con serenidad. Esa experiencia marcó el inicio de su vocación, que lo llevó a estudiar en São Paulo, Brasil, y a dirigir su propio centro espiritista en Santa Marta, Colombia.

Con la humildad del que no pretende imponer dogmas, sino compartir vivencias, el autor relató experiencias cercanas a la muerte, desdoblamientos espirituales y encuentros con entidades elevadas. “Muchos tienen miedo al mundo espiritual, pero no deberían. Los espíritus están con nosotros, incluso los protectores, los guías… el verdadero sufrimiento se da en el plano espiritual, no en la tierra. Por eso debemos vivir con amor y conciencia”, explicó ante un auditorio que escuchaba con atención y respeto.

Varios asistentes intervinieron para compartir sus propias experiencias. Un profesor relató un episodio personal de muerte clínica durante una operación quirúrgica: “Recuerdo que viajaba por un túnel a gran velocidad, me ahogaba… una voz me decía que contara hacia atrás para regresar. Lo hice, y volví a la vida justo cuando mi familia ya creía que había muerto.” Rivera Ceballos confirmó que ese tipo de episodios forman parte del tránsito espiritual, y que muchas veces, los espíritus se manifiestan tomando forma conocida para calmar el miedo de quien está en transición.

También se debatieron conceptos como la reencarnación infantil, la presencia de espíritus en cementerios, y la influencia espiritual sobre los niños. “Entre los 8 y 12 años es cuando más vulnerables son a las entidades externas. Hay que cuidar mucho a los niños, enseñarles amor, proteger su entorno espiritual”, advirtió el autor.

Al cierre, leyó un fragmento de su libro en el que pregunta a la naturaleza por la presencia de Dios, y recibe respuestas simbólicas de estrellas, aves, nubes y flores. “Dios está en todo. En el perfume de una flor, en la armonía de los pájaros, en el fulgor de las estrellas. Este es el verdadero paraíso, pero lo estamos destruyendo”, dijo con emoción. Su llamado fue claro: reconectarse con la naturaleza, con el alma, con el amor. “Debemos aprender a mirar. Solo mirar. Dejar de etiquetar y contemplar la creación con humildad.”

Luis Perozo Cervantes cerró el acto agradeciendo al autor por su presencia y su valentía al compartir temas sensibles y trascendentes. “Eduardo no solo ha venido desde Colombia, ha traído con él una visión del mundo que muchos necesitamos escuchar”, expresó.

Con la ovación del público, la charla dejó sembrada una semilla de reflexión en los asistentes. En un mundo saturado de ruido y distracciones, la espiritualidad serena y vital de Eduardo Rivera Ceballos recordó a los presentes que existe otra forma de habitar el tiempo: con conciencia, servicio y comunión con lo invisible.

Salir de la versión móvil