En una tierra donde el béisbol, la gaita y el fervor mariano suelen copar los espacios de gloria, surgió un marabino que, armado de paciencia, destreza y precisión, inscribió su nombre en las páginas doradas del deporte nacional en un ámbito poco tradicional para el Zulia: el golf. Este 6 de mayo de 2025, Otto Johnny Solís celebra sus 49 años de vida, convertido en un referente indiscutible de la disciplina en Venezuela y orgullo zuliano en escenarios internacionales.
Nacido en Maracaibo en 1976, Solís creció rodeado de la calidez y el espíritu competitivo de su tierra. Su idilio con el golf comenzó temprano, a los 10 años, en las instalaciones del Maracaibo Country Club, donde descubrió la magia del swing, la serenidad del green y la satisfacción de superar retos personales. Su ascenso en el deporte fue meteórico. A inicios de la década de 1990, con apenas 15 años, ya incursionaba en competiciones internacionales como el Doral Reader y el Publix en Miami, logrando posiciones decorosas que auguraban un futuro prometedor.
Su trayectoria se consolidó rápidamente. En 1996, Otto Solís alcanzó uno de sus primeros grandes hitos al proclamarse campeón del Abierto de Colombia, demostrando que el golf venezolano podía brillar en escenarios de primer nivel. Ese mismo año, obtuvo un meritorio tercer lugar en la Copa Sony de Panamá y una destacada actuación en el Campeonato Mundial, donde, pese a ubicarse en el puesto 49, fue el mejor quinto latinoamericano, reflejo de su competitividad y temple.
El año 1998 resultó crucial para su carrera. Tras consagrarse en torneos nacionales como los abiertos de Caraballeda, Los Anaucos y la Copa Movilnet en Valle Arriba Golf Club, se ganó su derecho a representar a Venezuela en el exigente Mundial de Golf Amateur. Además, ese mismo año lideró el escalafón nacional de primera categoría, consolidándose como el mejor golfista amateur del país.
Pero sería en 1999 cuando Otto Solís escribiría una de las páginas más brillantes de su carrera. Ese año, al asegurar su cupo para la Copa Internacional Simón Bolívar de Golf, no solo se consagró como líder absoluto del golf venezolano, sino que también impuso récords impresionantes. En el mes de agosto, en plena preparación para este importante certamen, destronó al reconocido Luis Soto Granadillo al establecer una nueva marca de 64 golpes en torneo amateur, y otra en recorrido de 36 hoyos en solo 132 golpes, gestas que reafirmaron su capacidad para romper límites.
Además de sus logros competitivos, Otto Solís también ha sido reconocido por hazañas que todo golfista sueña alcanzar: tres hoyos en uno, testimonio de su maestría técnica y dominio del juego. Estos logros lo elevaron al sitial de leyenda dentro del golf zuliano y nacional.
Fuera del campo de juego, Otto ha sabido equilibrar su pasión por el golf con su faceta académica. Es licenciado en administración de empresas y ha ejercido como profesor universitario en la Universidad Rafael Urdaneta (URU), demostrando que la disciplina y el rigor del deporte también pueden trasladarse al aula para formar nuevas generaciones.
El golf, un deporte que exige precisión, paciencia y estrategia, encontró en Otto Solís a uno de sus mejores exponentes. A lo largo de su carrera representó con honor y gallardía a Venezuela en países como Estados Unidos, Japón, Francia, Colombia, Panamá, Perú, Ecuador, Chile, México, Bolivia, Argentina y Puerto Rico, dejando en cada uno de esos campos la impronta de la constancia zuliana.
Hoy, al cumplir 49 años, Otto Solís sigue siendo un símbolo de inspiración para los atletas zulianos. Su legado no solo reside en sus trofeos o en sus récords, sino también en el ejemplo de vida que representa: el de un joven marabino que, con esfuerzo y pasión, llevó su nombre y el de su región a lo más alto del golf mundial.