
5.X.2024. Directores de las Academias Hispanoamericanas de la Historia y
académicos de la Real Academia de la Historia,
reunidos en la sede de esta última.
El pasado lunes, día 7 de octubre tuvo lugar en Casa de América la última jornada del Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia: “Una historia compartida y sus Academias”, que inaugurado por Su Majestad el Rey Felipe VI el pasado viernes 4 de octubre en Trujillo, ha reunido a los representantes de las Academias de la Historia de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, El Salvador, Uruguay y España.
Desarrollado entre los días 4 y 7 de octubre en distintas sedes: la Fundación Obra Pía de los Pizarro (Trujillo), la Real Academia de la Historia y Casa de América (Madrid), el encuentro ha buscado compartir las perspectivas desde las que abordar la visión de nuestra realidad común, así como para contribuir a estrechar los lazos entre ellas y generar espacios de colaboración a través de proyectos compartidos.
Tras una jornada de trabajo a puerta cerrada el pasado sábado día 5 de octubre en la Real Academia de la Historia y una jornada en la Casa de América de Madrid el lunes 7, los representantes de las academias participantes hacen público un documento conjunto en el que lamentan la falta de conocimientos históricos con que llegan a la universidad las actuales generaciones y se comprometen a una más intensa relación de cooperación institucional para favorecer el estudio de la Historia, “impulsando contenidos de base científica y teniendo como objetivo la mejora que en el conocimiento de la Historia han de experimentar las nuevas generaciones”.
En el documento hecho público, los representantes de las Academias Hispanoamericanas de la Historia se refieren a los siglos de historia común como “espacio temporal de trabajo que nos muestre la riqueza de tan largo periodo en todas sus facetas y desde distintas ópticas. La declaración de 33 ciudades hispanas de América como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, correspondientes a 15 países, es buena prueba de la importancia de un periodo que hemos recorrido juntos, el de la Monarquía Hispánica, dando lugar a lazos de hermandad anudados por el tesoro de la lengua española”.
A este respecto, el documento identifica como primeros objetivos larevitalización de la Asociación de Academias Iberoamericanas de la Historia y la promoción de proyectos comunes en los que participar.
En este sentido, la Real Academia de la Historia ha ofrecido su portal Historia Hispánica, que ya cuenta con el concurso de numerosos académicos hispanoamericanos. “Este puede ser, sin duda, un proyecto idóneo para ser enriquecido desde las Academias Hispanoamericanas, tanto en personajes como en acontecimientos de su ámbito geográfico. El número de visitas al portal, veinticinco millones de usuarios acumulados a la fecha, atestiguan la magnitud del proyecto y la importancia que tiene para nuestra Historia común”.

7.X.2024. Encuentro en la Casa de América. Fotografía (CC BY) Casa de América / Flickr
DECLARACIÓN FINAL DEL ENCUENTRO DE ACADEMIAS HISPANOAMERICANAS DE LA HISTORIA
El conjunto de Academias Hispanoamericanas de la Historia constituye, en su ya dilatada historia, una red de instituciones culturales que se han mostrado básicas para el cultivo de las ciencias históricas en sus respectivos países, así como para preservar el rico patrimonio histórico, artístico y etnográfico que atesoran.
Nuestras Academias actúan sobre la triple realidad que configura nuestro pasado: el periodo precolombino, la época hispánica y las etapas republicanas de las nuevas naciones americanas; superando el devenir histórico en la primera y segunda etapas el ámbito territorial de los actuales estados nacionales.
Los siglos de historia común pueden ser un espacio temporal de trabajo que nos muestre la riqueza de tan largo periodo en todas sus facetas y desde distintas ópticas. La declaración de 33 ciudades hispanas de América como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, correspondientes a 15 países, es buena prueba de la importancia de un periodo que hemos recorrido juntos, el de la Monarquía Hispánica, dando lugar a lazos de hermandad anudados por el tesoro de la lengua española.
Esta realidad nos anima a promover una más intensa relación de cooperación entre las academias hispanoamericanas basada en el respeto y en el reconocimiento de su plena autonomía. Esta cooperación puede encontrar un primer marco de actuación en la promoción del estudio de la Historia en los planes de enseñanza de los distintos países, impulsando contenidos de base científica y teniendo como objetivo la mejora que en el conocimiento de la Historia han de experimentar las nuevas generaciones.
En la actualidad el estudio de las humanidades ha experimentado un claro retroceso en los planes de estudio de la enseñanza secundaria y el bachillerato, en aras de dar más espacio a otras materias presuntamente de mayor utilidad práctica, pero que en la realidad esta disfunción no hace sino empobrecer la formación integral de los alumnos; en este sentido, es triste ver la falta de conocimientos históricos con que llegan a la universidad las actuales generaciones. Junto a la falta de atención a los estudios históricos, en los últimos decenios hemos contemplado el deterioro de la enseñanza de materias como, la filosofía, la literatura o las lenguas clásicas sin encontrar signos de alarma en la sociedad o indicios claros de un cambio de rumbo.
La promoción de iniciativas conducentes a un mejor conocimiento de la Historia en nuestros respectivos países puede encontrar un marco idóneo de actuación en la Asociación de Academias Iberoamericanas de la Historia, que ha de ser revitalizada, fortaleciendo la comunicación entre las corporaciones que la integran. El camino ya ha sido trazado con la celebración de congresos en el pasado; estos han de cobrar un nuevo impulso procurando la periodicidad en la convocatoria de los mismos y la activa participación de todas nuestras Academias. Estas reuniones han de ser foros de debate sobre temas generales o aspectos concretos de nuestra historia común y de las historias nacionales. La celebración anual de un día dedicado a nuestras Academias puede ser una feliz iniciativa cara al exterior.
Activar y mantener al día los convenios mutua corresponsalía pudiera ser un medio eficaz de fortalecer nuestros vínculos de hermandad.
Asimismo, las Academias identificaran proyectos comunes en los que participar. En este sentido la Real Academia de la Historia ofrece su portal HISTORIA HISPÁNICA, que ya cuenta con el concurso de numerosos académicos hispanoamericanos, que en su momento colaboraron de manera decisiva en el Diccionario Biográfico Español, hoy integrado dentro del portal. Este puede ser, sin duda, un proyecto idóneo para ser enriquecido desde las Academias Hispanoamericanas, tanto en personajes como en acontecimientos de su ámbito geográfico. El número de visitas al portal, veinticinco millones de usuarios acumulados a la fecha, atestiguan la magnitud del proyecto y la importancia que tiene para nuestra Historia común.
Madrid, 7 de octubre de 2024
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