
CALIFICACIÓN.- 6
José Ramón Fernández ha confeccionado el texto con la intención de «traer a nuestro siglo aquellos miedos del siglo pasado, porque son los mismos miedos, lo que uno no se atreve a mirar, lo que habita sus pesadillas». Un texto que homenajea a la tradición oral de cuentos, leyendas, relatos e historias que atraviesan el tiempo y perviven en la memoria del que las escucha.
El objetivo de la obra está claramente conseguido, y tanto el texto como la dirección logran transmitir muy bien ese terror que impregnaba las leyendas del poeta y escritor sevillano. Sin embargo, a nivel teatral y dramatúrgico, la obra no acaba de brillar. Estamos, sin duda, ante un buen montaje, correcto, pero el abuso del relato en la confección del texto termina haciendo la obra un tanto monótona y plana, a pesar de su corta duración (65 minutos). Aquí radica, a nuestro juicio, el gran problema del montaje.
La dirección de ‘El monte de las ánimas’ corre a cargo de Ignacio García y Pepa Pedroche, que siguen la estela del texto de Fernández, tratando de potenciar esa estética del terror hispánico.Pedroche y García plasman el relato en una magnífica puesta en escena logrando una atmósfera absolutamente terrorífica gracias a la escenografía de Ana Ramos,que recrea con gran acierto un bosque fantasmagórico, que luego se transforma en una inhóspita cabaña. Ramos es también la autora del fantástico vestuario.
Destacar también el espléndido espacio sonoro diseñado por Ignacio García, una de las claves de la puesta en escena, y el diseño de luces de Francisco Ruiz Ariza.No cabe duda de que la estética y la ambientación en todos los apartados están muy logradas por parte de los directores. Sin embargo y, como señalábamos anteriormente, la confección del texto -con ese abuso del relato- termina lastrando el resultado final.
Aldo Ruiz