¿Se puede aceptar lo que no comprendemos?

Diego Da Costa: Para la compañía es importante fomentar el diálogo con el espectador, que se formule un debate cuando sales de la sala y que te permita pensar, opinar, teorizar… Para nosotros, por ejemplo, cuando la gente participaba desde el principio en los coloquios que hemos hecho, era algo muy positivo, dado que era una de nuestras principales premisas. Para romper tabúes es imprescindible que se hable. Aun así, no creamos a partir de una intención puramente de ‘romper tabúes’ o con una reivindicación concreta detrás, sino que buscamos temas que nos remuevan, que nos hagan sentir la necesidad de investigar, ir más allá y siempre desde la visión de no dar una conclusión absoluta, sino en pos de generar conversaciones, que sea el público el que saque su propia tesis, buscar la solución en comunidad.

¿Cómo os habéis sentido en conversaciones al hablar de temas así?

Julio Viñuela Gavela: El suicidio es un tema muy delicado. Yo, personalmente, me cuido mucho de elegir las palabras y ceñirme a lo que controlo y a lo que puede ayudar. En lo que respecta a El Barrio, no he tenido tantas conversaciones como Diego sobre la masculinidad tóxica. Sobre el misterio, con cierta cautela, pero si alguien me sigue el rollo en este tema, me suelto a lo loco (risas).

Diego Da Costa: Por lo que a mí respecta, con el suicidio, es difícil, a veces es complejo, es imposible que no te afecte, pero también sabíamos a lo que nos exponíamos cuando elegimos un tema así. Hay días que realmente era apabullante, pero también enriquecedor. Por ejemplo, uno de los momentos que se nos ha quedado marcado para siempre y nos emocionamos cuando pensamos en ello, fue cuando un chico se acercó a decirnos que gracias a la obra, había decidido salir hacia adelante y cambiar el rumbo de su vida. Fue directo al corazón. Luego, con El Barrio, en mi caso, muy agradecido, no sólo por la gente que me decía que su vida estaba ahí, por la reflexión sobre la masculinidad y la diversidad sexual, sino también por la representación de los barrios, de las personas que viven en ellos, externamente de su sexualidad, señoras que te decían: “muchas gracias por representar a La Elipa así”. Sólo puedo decir: agradecimiento. Y con El Lapso, me gusta ver las teorías que se forman en el público, lo que creen que quiere decir la obra, cómo viven el misterio y lo que no se explica. Tengo mucha curiosidad por lo que provoca esta obra.

A nivel personal, ¿os ha ocurrido algún suceso extraño o paranormal digno de mencionar y que queráis compartir?

Julio Viñuela Gavela: Bueno, pues, voy a tirarme a la piscina (risas). Un día después del funeral de mi abuela, ella se puso en comunicación con mi familia mediante mensajes que se repitieron en un disco de vinilo. Se creó un recuerdo inolvidable. Los mensajes que se repitieron, hasta que alguien paró el vinilo, fueron uno a continuación del otro: “Estoy aquí”, “Ya no resisto”, “Es hora de ir”. El vinilo que sonaba era su versión favorita de la zarzuela Doña Francisquita. Las dos primeras frases están en el libreto, la otra se produjo, en parte, a partir de unas deformaciones de las palabras por el disco deteriorado. ¿Coincidencia? Para nosotros es un hermoso misterio.

Fuente

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El Maracaibeño es un periódico literario y cultural fundado por Luis Perozo Cervantes, cuyo primer y único número impreso fue lanzado el 8 de septiembre de 2014, bajo el lema “El nuevo gentilicio cultural”. Su creación surgió como respuesta a la necesidad de un espacio dedicado a la promoción y difusión de la cultura en Maracaibo.

El 1 de octubre de 2017, El Maracaibeño dio un paso importante al transformarse en un diario digital, convirtiéndose en el primer periódico de la ciudad enfocado exclusivamente en la cultura. Con su nueva versión digital, adoptó el lema “Periódico Cultural de Maracaibo”, extendiendo su alcance a todo el país.

Este periódico es una propuesta respaldada por la Asociación Civil Movimiento Poético de Maracaibo, que busca fomentar un periodismo cultural que contribuya a la construcción de una nueva ciudadanía cultural en la región. El Maracaibeño se posiciona como un vehículo para llevar las noticias más relevantes de la cultura, desde críticas de arte hasta crónicas y ensayos, cubriendo así una amplia gama de expresiones artísticas.

El Maracaibeño no solo es un medio informativo, sino un símbolo de la riqueza cultural de Maracaibo, llevando a sus lectores las noticias más importantes del ámbito cultural, tanto local como internacional.

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