Cigarreras, crítica teatral

17Oct 2024

La escritora española Emilia Pardo Bazán fue una gran abanderada de los derechos de la mujer, dedicando su vida a reclamar la igualdad de oportunidades frente al hombre, definiéndose a sí misma como una ‘feminista radical’. Ella, nacida en una familia con unas sólidas posibilidades económicas, que le facilitó el acceso a la mejor educación, sabía bien que la principal injusticia es carecer de la formación suficiente para tener oportunidades. En aquella España a caballo entre los siglos XIX y XX, llegó a ser la primera mujer en presidir la sección literaria del Ateneo de Madrid, así como la primera fémina en ocupar una cátedra en la Universidad Central de Madrid, además de llegar a ejercer como consejera de Instrucción Pública.

“No hay pobreza más pobre, que la del pobre que tiene que servir a pobre”

En su tercera novela, titulada ‘La Tribuna’ se aproxima a unos acontecimientos reales, ocurridos el 7 de diciembre de 1857, en la Real Fábrica de Tabacos de La Coruña, cuando cerca de cuatro mil mujeres organizaron una huelga en defensa de sus derechos laborales, siendo pioneras entre el movimiento obrero en Galicia y un ejemplo a nivel nacional. Pardo Bazán escribe la obra en 1882, un cuarto de siglo después de los hechos, poniendo el acento en dos desigualdades, por un lado, la de la mujer frente al hombre, y por otro, la sufrida por las clases sociales menos favorecidas, especialmente el proletariado, víctimas constantes de abusos de las clases pudientes. La protagonista es ‘Amparo’, a quien sus compañeras asignan el ‘mote’ de ‘La Tribuna’ por su oratoria convincente e inteligencia natural, aunque ello no impide que ella misma, en su vida, tanto pública como particular, no sea víctima de abuso y engaño. Y todo ello enmarcado en las vicisitudes de la vorágine de la España del último tercio del siglo XIX, con el camino al exilio de Isabel II de España, el Sexenio Democrático, los generales Prim y Espartero, el efímero Rey Amadeo I, procedente de Saboya, y la llegada de la I República Española.

Cigarreras, crítica teatral

“¿Qué tendrá que ver hacer cigarros con cortar cojones?”

Cándido Pazó, realiza una versión, que titula ‘Cigarreras’, poniendo el foco, precisamente, en las obreras del tabaco del conflicto, recogido con la visión naturalista de Pardo Bazán, también en sus circunstancias, vivencias, ilusiones y frustraciones, convirtiendo a Doña Emilia en el personaje relator que nos va compartiendo, desde el escenario, todos los detalles de lo que sucede, y no solo, estableciendo una conexión metateatral con los espectadores que funciona muy bien, gracias al eficaz desempeño que realiza Susana Dans.relatora

“A la gran oradora no le venían las palabras”

Una escenografía fija, diseñada por Dani Trillo, que recrea al taller donde las ‘cigarreras’ trabajan, acoge toda la trama, contando con la aportación de Alfonso Castro en iluminación, Martina Cambeiro en vestuario y Manuel Riveiro en música.

“La realidad es lo que tiene: No cabe toda en un libro”

Cigarreras, crítica teatral

El elenco es totalmente femenino y las puntuales apariciones de algún personaje masculino son asumidas por ‘Doña Emilia’, estupendamente recreada, como ya indicamos, por Susana Dans. Adecuado desempeño actoral coral, a través de las interpretaciones de Tamara Canosa / María Roja (‘Amparo’), Isabel Naveira (‘Comadreja’), Ledicia Sola (‘Consolación’, ‘Pilara’, ‘Lupe‘), Ana Santos /Casilda G. Alfaro (‘La madre‘), Mercedes Castro / Casilda G. Alfaro  (‘Pura la Chosca‘), Covadonga Berdiñas (‘Fina‘), Ana Santos / Casilda G. Alfaro (‘Aurora‘), Mercedes Castro / Casilda G. Alfaro (‘Matilde’).

“Yo necesitaría dos vidas: La que mis padres no me pudieron dar y la que yo no supe vivir”

Cigarreras, crítica teatral

Interesante aproximación a unos hechos reales, protagonizados por unas heroínas casi anónimas, que sirvieron de ejemplo para nuevos avances en materia de derechos laborales, que Emilia Pardo Bazán supo rescatar de la pequeña historia y convertiren pieza literaria. Hasta el 26 de octubre de 2024 en el Teatro Fernán Gómez.

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El 1 de octubre de 2017, El Maracaibeño dio un paso importante al transformarse en un diario digital, convirtiéndose en el primer periódico de la ciudad enfocado exclusivamente en la cultura. Con su nueva versión digital, adoptó el lema “Periódico Cultural de Maracaibo”, extendiendo su alcance a todo el país.

Este periódico es una propuesta respaldada por la Asociación Civil Movimiento Poético de Maracaibo, que busca fomentar un periodismo cultural que contribuya a la construcción de una nueva ciudadanía cultural en la región. El Maracaibeño se posiciona como un vehículo para llevar las noticias más relevantes de la cultura, desde críticas de arte hasta crónicas y ensayos, cubriendo así una amplia gama de expresiones artísticas.

El Maracaibeño no solo es un medio informativo, sino un símbolo de la riqueza cultural de Maracaibo, llevando a sus lectores las noticias más importantes del ámbito cultural, tanto local como internacional.

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