
Cuando estamos aprendiendo cualquier cosa, no podemos empezar practicando con el ejercicio más complejo. De la misma forma que no ponemos a un bebé que acaba de empezar a andar a correr una maratón o a un pianista principiante en una orquesta en la noche de estreno de una importante ópera, no podemos empezar a aprender a pintar al óleo pintando los cuadros más complejos. Como todo, tenemos que ir poco a poco.
Si empezamos con algo que es más complejo de lo que estamos preparados, nos frustraremos, creeremos que no servimos para ello y lo abandonaremos con la convicción de que no tenemos talento. Y no es cierto, solo hemos empezado por algo que no se correspondía con nuestro nivel.
En esta lección vamos a ver algunos consejos prácticos para empezar a pintar al óleo desde el principio.
Aprendemos por imitación
Como en casi cualquier otra iniciativa, los humanos aprendemos por imitación. Aprendemos viendo cómo pintan otros que saben y también copiando cuadros en los que vayamos incrementando el nivel de complejidad.
Para ver cómo pintan otros pintores, puedes aprovechar los vídeos que hay en SoyArte para entender cómo mezclar los colores, cómo aplicarlos, etc. También hay muchos artistas en Instagram que muestran vídeos de sus procesos y son muy interesantes para aprender.
Todos queremos ser capaces de crear nuestros cuadros originales y deslumbrar a nuestros seguidores con nuestra última obra, pero no hay ningún pecado en empezar aprendiendo de otros pintores y otros cuadros pintados antes. Una vez entendamos cómo se hace podremos aportar nuestro propio estilo e ideas porque tendremos las herramientas necesarias.
También es importante elegir los cuadros que queremos imitar. Al principio, lo importante no es solo que nos guste el motivo sino también, que la técnica sea sencilla y queramos aprender algo en concreto sobre cómo la ha utilizado el pintor. A modo de ejemplo y generalizando mucho, un orden de dificultad por estilos (de más fácil a más difícil) podría ser esto (ojo, es muy general, y hay mil excepciones):
- Abstracto con colores planos
- Naif
- Cubista
- Fauvista
- Expresionista
- Impresionista
- Realista
De la misma forma, es más fácil empezar con un paisaje o un bodegón antes que con un retrato.
En el siguiente vídeo puedes ver algunos ejemplos de cuadros para que puedas elegir con cuáles empezar.
Pintar no es colorear
No es lo mismo pintar que colorear. En el concepto de colorear, rellenamos de un color una superficie normalmente delimitada por una línea (negra o de otro olor). Cuando pintamos no estamos rellenando de un color, estamos construyendo volúmenes con colores más claros o más oscuros, según les esté dando la luz. Por tanto, no podemos pensar que utilizamos un único color base para rellenar un dibujo y luego añadimos una sombra o una luz. Tenemos que pensar que cada pincelada es nueva, con un color distinto que será más claro o más oscuro según en qué punto vayamos a aplicarlo.