En esta lección vamos a ver cómo entintar una ilustración con valoración de línea. La valoración de línea implica variar el grosor de nuestra línea de entintado de forma que no sea uniforma en toda la ilustración.
Herramientas para valoración de línea
Se puede hacer valoración de línea con cualquier herramienta de entintado (puedes ver en esta lección las posibles herramientas de entintado existentes), pero con algunas será más fácil que con otras. Los rotuladores calibrados, por ejemplo, tienen una punta de un calibre concreto y bastante duras por lo que, con un simple trazo, obtendremos una línea siempre del mismo grosor. Por tanto, si queremos hacer valoración de línea, necesitaremos hacer varios trazos en las zonas donde queramos que la línea sea más ancha.
Cuanto más flexible es la punta de nuestra herramienta de entintado, más variación de grosor podemos tener. Podemos clasificar la dureza de las herramientas en este orden (de más duro a más flexible):
- Rotulador calibrado
- Rotulador de punta de felpa
- Plumilla (hay distintas durezas)
- Rotulador de punta flexible de silicona
- Rotulador de punta pincel
- Pincel
Si una punta es muy flexible, conseguiré un trazo más ancho cuanto más apoye la punta en el pincel. El problema es que, si es demasiado flexible, puede ser difícil de controlar y nos puede salir la línea demasiado ancha aunque no queramos. Controlar la valoración con un pincel requiere de práctica.
En el siguiente vídeo vamos a ver la dureza de algunas herramientas para ver estas diferencias:
Cómo hacer la valoración
Hacer valoración de línea implica hacer distintos grosores de línea, pero ¿dónde? ¿Por qué hacemos un trazo más ancho que otro?
Hay distintos criterios que podemos tener en cuenta:
- Iluminación: hacemos la línea más ancha en las zonas que están en sombra.
- Perspectiva: hacemos la línea más ancha en aquellos elementos que están más cerca. Por ejemplo, la línea que bordea el brazo es más ancha que la del cuerpo en un personaje que tenga el brazo por delante del cuerpo.
- Importancia: hacemos la línea más ancha en aquellos elementos que queramos destacar porque son importantes para nuestra ilustración.
Por supuesto, se pueden combinar varios de estos criterios en la misma ilustración, siempre con coherencia de no poner una cosa importante, con línea gruesa, en la parte posterior más lejana de nuestra ilustración. Algunas líneas pueden romperse e incluso no existir, si queremos restar importancia a esa parte o crear un resultado más estético con partes omitidas.
Independientemente del grosor, queda mejor que la línea no sea completamente homogénea en cualquier trazo sino que haga esta forma:
Es decir, más fina al principio y final del trazo.
Si solo valoramos la línea delimitando la ilustración y no entramos en entramados ni creamos sombras más que con la línea final, lo normal es dar color a la ilustración con otras técnicas como acuarela o rotuladores. Pero también podemos dejar la ilustración en blanco u negro y solo con tinta si hacemos tramas en las zonas oscuras.
En el siguiente vídeo vamos a hacer la valoración de línea de la siguiente ilustración con un rotulador de punta flexible de silicona.
¿Tienes dudas? ¿Quieres compartir cómo te está saliendo tu valoración? Pregunta lo que necesites en comentarios.